Las dos suites más caras de Madrid y otras calles o edificios de récord

Pero, lo que más tiene Madrid son un sinfín de curiosidades repartidas por sus calles perfectas para descubrir en una ruta. La tienda más antigua, la calle más corta, el edificio más estrecho… estos son algunos de los ‘más’ de la capital a destacar.

Madrid cuenta con una larga lista de hoteles de lujo, alojamientos de primer nivel con todo tipo de comodidades y suites de ensueño. Sus precios por noche pueden llegar a superar los 10.000 euros. En la actualidad dos hoteles de renombre compiten por el primer puesto de la suite más cara, el Mandarin Oriental Ritz y el Four Seasons Hotel Madrid. Ambos hoteles disponene de una Suite Real cuyo precio alcanza los 20.000 euros más IVA la noche.

El histórico establecimiento de la plaza de la Lealtad 5, el Mandarin Oriental Ritz, reabrió sus puertas tras tres años de reformas con una elegante decoración y una exquisita propuesta gastronómica dirigida por el chef de tres estrellas Michelin, Quique Dacosta. La Suite Real, situada en el primer piso de la torreta y con vistas al Museo del Prado, es la más opulenta de todas. Dispone de casi 228 metros cuadrados repartidos en un espacioso salón comedor, alacena, estudio privado, un dormitorio principal circular con vestidor, un cuarto de baño estilo spa con sauna de vapor y ducha de piedra natural, un aseo para invitados y un dormitorio adicional.

En el caso del Four Seasons Madrid, situado en la Calle Sevilla 3 junto a la Puerta del Sol, esta exclusiva habitación ha sido la última en abrir sus puertas. Con 431 metros cuadrados, esta suite está ubicada en lo que era el despacho de Mario Conde cuando era presidente de Banesto en la década de los años 80 y ofrece un gran vestíbulo, un amplio salón, despacho, vestidor, cocina, un pequeño gimnasio, un imponente baño de mármol con bañera circular, dos dormitorios y hasta una chimenea.

Fue en 1974 cuando abrió sus puertas el Buda Feliz, un restaurante chino que llegaba a la capital para sacudir el panorama gastronómico con una original propuesta de auténticos platos de comida callejera típica de China.

Situado en el número 5 de la calle Tudescos, junto a la plaza de la Luna , este espacio gourmet ofrece una decoración inspirada en la ciudad de Shangri-La y una carta de lo más creativa y exquisita que rompe con todos los tópicos de la cocina del país asiático. Disponen de varios menús degustación que ofrecen nuevas sensaciones y choques de sabores en el paladar. La sopa won tong, el auténtico pato laqueado y su pollo al limón son algunos de sus platos a pedir para salir del establecimiento con un buen sabor de boca.

Con poco más de 16 metros de longitud, la calle Rompelanzas es la más corta de Madrid . Está situada entre las calles Carmen y Preciados y muy cerca de la puerta del Sol, lugar en el que, en la actualidad, se sitúan las oficinas de ventas de entradas de la FNAC.

Su nombre le vino porque, antiguamente, los carruajes tenían dificultades para entrar por ella debido, también, a su estrechez. Así, en numerosas ocasiones se quebraban las lanzas de los carros -vara de madera que une el carro a los caballos de los carruajes del siglo XVI- , una anecdótica imagen que se puede ver representada en la placa de la propia calle. Con el paso del tiempo se convirtió en una calle más ancha, pero la longitud sigue siendo la misma.

Durante muchos años se ha mantenido la idea de que el edificio más estrecho de la capital es el situado en la calle Mayor número 61, en el que, además, vivió Calderón de la Barca . Esta construcción competía con la de la calle Postas 6 y la de la calle Mayor 57, pero la realidad es que dicho título lo tiene el número 24 de la calle San Vicente Ferrer , situada en el barrio de Malasaña.

Tiene 11 tejas de ancho –unos 2,4 metros– y tres plantas de altura. En la antigüedad daba paso, por el bajo, a un patio trasero y al almacén de una tahona cuya entrada era por la calle Palma.

Creada en 1578 por un alquimista veneciano, la Farmacia Reina Madre abrió sus puertas, inicialmente, en la calle Sacramento, pero fue trasladada en 1974, pieza a pieza, a la calle Mayor 59, entre el mercado de San Miguel y la Plaza de la Villa. Entre sus clientes más ilustres estaban Felipe V , quien compraba aquí todos los medicamentos debido a que no se fiaba de los farmacéuticos del Alcázar de Madrid por miedo a un posible envenenamiento, y Cervantes , del que conservan una de sus recetas. Entrar en este comercio es viajar en el tiempo.

En sus estantes se puede observar una de las colecciones más completas y mejor conservadas de albarelos de Ruiz de Luna . En el sótano, hoy almacén, se puede apreciar la existencia de un pasadizo subterráneo que conectaba esta farmacia con el Palacio Real, un camino oculto por el que se llevaban los medicamentos y por el que hubo, en su época, una gran circulación de políticos y escritores. Hoy en día ese túnel está tapiado, pero se puede ver la trampilla y el inicio.

Situado en el parque empresarial Cuatro Torres Business Area (en el distrito Fuencerral-El Pardo), está la Torre de Cristal , uno de los rascacielos más elegantes de la capital y también el más alto. Este edificio propiedad de la aseguradora Mutual Madrileña y diseñado por el arquitecto César Pelli, mide 249 metros y dispone de 50 plantas de oficinas . Además, en su parte más alta incluye un jardín vertical, obra del botánico francés Patrick Blanc , quien ha desarrollado un innovador sistema de alimentación de las plantas sin necesidad del tradicional sustrato de tierra. A esta edificación le sigue de cerca la Torre Cepsa, situada justo al lado, con 248 metros de altura.

En el barrio de los Austrias, en la Plaza de la Villa, está la Casa y Torre de los Lujanes, el edificio civil más antiguo de la ciudad. Fue levantado y ampliado en diversas etapas del siglo XV y es un claro ejemplo del mudéjar madrileño . Además, en este conjunto formado por una robusta torre y un caserón, que fue residencia de la familia de los Luján –antiguo y poderoso linaje procedente de la aldea aragonsa de Luján–, se pueden encontrar también detalles arquitectónicos, en el portal de entrada, de inspiración gótica.

Desde 1866 este inmueble es la sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas que, inicialmente, compartió espacio con la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y con la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País.