Seis playas perfectas para prolongar el verano en Tenerife

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Playa de Benijo

Escondida entre las montañas del macizo de Anaga, una de las siete Reservas de la Biosfera de las Islas Canarias, está Benijo, un lugar mágico en el que disfrutar de una de las mejores puestas de sol de Tenerife. Esta playa de arena negra y una longitud aproximada de unos 300 metros es una de las favoritas de aquellos que practican nudismo. Es recomendable visitarla cuando la marea está baja, ya que de esta manera habrá más espacio para tumbarse, pasear o jugar. Benijo es la playa más aislada de la localidad de Taganana y se llega caminando a través de un sendero con escaleras. El coche habrá que dejarlo en los alrededores. No cuenta con ningún equipamiento, es una playa salvaje por lo que si se quiere pasar el día hay que ir provisto con todo lo necesario.

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Playa El Bollullo

La gran belleza de este rincón, sus aguas limpias y transparentes y su fina arena negra de origen volcánico hacen de esta playa una de las imprescindibles de Tenerife. Situado en el municipio de La Orotava, este arenal está formado por una playa principal de unos 160 metros de longitud y una cala de unos 60 metros. El viento del norte hace que tenga olas bastante fuertes, pero sin llegar a ser peligrosas, lo que la convierte en uno de los destinos favoritos de los surfistas. Se trata de un lugar ideal para desconectar del ruido de la ciudad y disfrutar de la naturaleza que la rodea. Cuenta con servicio de alquiler de hamacas y sombrillas, restaurantes, chiringuito y zona de aparcamiento. Pese a que se llega con facilidad en coche, lo recomendable es hacer el recorrido a pie por El Rincón, una zona verde de plataneras.

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Playa de Las Teresitas

Las Teresitas es la playa más emblemática de Santa Cruz de Tenerife. Situado en el pueblo de San Andrés, este arenal, que destaca por estar poblado por multitud de palmeras, tiene aproximadamente un kilómetro y medio de longitud y cuenta con un rompeolas que la protege de las corrientes y la asemeja, por la tranquilidad de sus aguas, a una piscina. Estas características hacen que sea un lugar perfecto para acudir con niños pequeños. La playa dispone de duchas, aseos y vestuarios, así como de varios chiringuitos, un equipo de socorristas y aparcamiento. No es la mejor opción si se quiere disfrutar del silencio, pero sin duda es el lugar ideal para poner fin a una jornada en Santa Cruz con un buen baño al atardecer.

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Playa de La Tejita

En el sur de la isla de Tenerife, junto a la Reserva Natural Especial de Montaña Roja, está La Tejita, una playa salvaje de arena dorada de un kilómetro de longitud que conecta a través de una carretera con el núcleo de El Médano y el pueblo marinero de Los Abrigos. La presencia constante de viento la convierte en un punto importante de la isla para practicar deportes como surf y windsurf. Desde aquí se pueden disfrutar de unas magníficas vistas de la Montaña Roja, un antiguo cráter volcánico de color rojizo. Cerca de esta hay una pequeña zona donde se puede practicar el nudismo.

La zona está catalogada como espacio natural protegido, por lo que no se puede acceder en coche hasta la playa, pero hay un aparcamiento junto a la carretera y varios caminos que llevan hasta ella en un trayecto de apenas cinco minutos a pie. Hay una zona habilitada con hamacas y sombrillas.

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Playa de Diego Hernández

Diego Hernández es una de las playas más salvajes y menos conocidas y transitadas de la isla, lo que hace que sea un lugar perfecto para desconectar. Aguas cristalinas y de tonalidades turquesas, fina arena dorada y un paisaje increíble con vistas a la vecina isla de La Gomera hacen de esta playa un lugar de imprescindible visita en la isla. Este arenal está situado cerca de la zona de La Caleta, en el municipio de Adeje. Para llegar a ella hay que hacer una pequeña ruta a pie de media hora desde el pequeño pueblo de pescadores de La Caleta. No dispone de servicios por lo que hay que ir equipado para pasar el día.

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Playa El Médano

Situada en el municipio de Granadilla de Abona, El Médano es una playa que destaca por la belleza de su fina arena gris y la majestuosa vista del cono volcánico Montaña Roja. Galardonado con Bandera Azul, este arenal garantiza unos servicios de gran calidad y unas condiciones óptimas para el baño. La zona más cercana al pueblo es la elegida por las familias por contar con menos oleaje. A medida que se avanza por el paseo marítimo se pueden encontrar tiendas, restaurantes y cafeterías. Por su parte, la zona más alejada es ideal, gracias a las condiciones del viento, para la práctica del windsurf y el kitesurf. De hecho, ha sido el escenario de diferentes campeonatos de estos deportes.