El mejor destino europeo de playa en 2024: 9 km de arenal en el centro del Atlántico

La isla de Porto Santo, a unos 40 kilómetros al noreste de la isla de Madeira, cuenta con nueve kilómetros de playas conocidas por sus propiedades terapéuticas y por sus arenas, científicamente comprobado que están indicadas para personas con problemas reumáticos y ortopédicos. A menudo encuentras personas enterradas en la arena hasta el cuello para beneficiarse de las citadas propiedades.

De arena amarilla, es la única playa portuguesa que se distingue del resto de las europeas por la composición de su arena, utilizada desde hace siglos con fines medicinales. Es una arena especial, carbonatada, y aunque existe en Canarias y Cabo Verde, únicamente en Porto Santo se utiliza para tratamientos de salud humana.

Esta isla de origen volcánico se divide en varias áreas o pequeñas playas, en la parte sur. Muchas veces se define esta zona como paradisiaca, por la suavidad de la arena que contrasta con las playas de piedra oscura de la vecina isla de Madeira, y por el mar de suaves temperaturas, cristalino y tranquilo. En Porto Santo se pueden practicar variadas modalidades deportivas.

Tras las dunas, cerca del aparcamiento de la Playa Ribeiro Cochino, se encuentra la Capela do Espírito Santo (siglo XVII), que posee obras del pintor flamenco Van Cleve.

Además de este arenal de nueve kilómetros de longitud, otros atractivos de la 'hermana pequeña' de Madeira son el Pico de Facho (517 metros), la mayor altitud de la isla, sus acantilados con pianos, raras formaciones geológicas en zonas compuestas de lava, algunos viñedos, rincones de postal como Ponta Da Calheta, el punto más cercano a la isla de Madeira, con su Mirador das Flores, el campo de golf diseñado por Seve Ballesteros o la Casa - Museo de Cristóbal Colón, donde vivió durante un año.

En septiembre, la 'isla dorada' celebra cada año el Festival de Colón, que traslada al visitante a la época de los descubrimientos y al paso del navegante por la isla. Creado por los profesores y alumnos de las escuelas locales, el festival comienza con la llegada de Colón a la isla en el siglo XV y recrea el ambiente de la época con escenas de teatro, espectáculos de acrobacias, malabares y animación constante en las calles de Vila Baleira, la capital de Porto Santo, siguiendo el código de vestimenta de la época.