Guía para disfrutar Vitoria después de la bajada de Celedón

Catedral de Santa María, gótico al desnudo

La ruta gótica de Vitoria se envuelve de un tenue y atractivo halo de misterio que no pasa desapercibido y que halla en la catedral de Santa María su máximo exponente. El gran maestro de la narrativa de suspense y acción, Ken Follet, halló en el templo del siglo XIII la inspiración para escribir la secuela de su obra cumbre «Los Pilares de la Tierra».

La catedral, egregia, se enclava en la parte más alta de la colina sobre la que se asentó la primitiva ciudad. Bajo los pies, planta de cruz latina. Sobre la cabeza, tres naves con amplio crucero y cabecera la techan. Y en su interior, cuatro capillas rectangulares y una girola se despliegan ante los ojos del visitante. Cuenta, además, con un hermoso y frágil triforio y un pórtico del siglo XIV.

El deterioro de su estructura, las numerosas fisuras y desprendimientos detectados obligaron a comenzar en la década de los 90 arduas y costosísimas tareas de restauración que prosiguen hoy en día. La prolongada eventualidad brinda al visitante una posibilidad única, ver la catedral desnuda de sus lujos, desvelando los secretos de su construcción. Unas pasarelas instaladas estratégicamente permiten tener una perspectiva inmejorable de las labores de restauración y del propio esqueleto de la catedral. Para visitar los entresijos de la catedral, es imprescindible realizar una reserva previa .

Uno de los accesos a la catedral se encuentra en la mítica calle Cuchillería, donde se encuentra la no menos renombrada Casa del Cordón, edificio también gótico, del siglo XV construido por un judío converso y el Palacio de Bendaña. En la cercana calle Correría están la Torre de los Anda y junto a ésta, el Portalón.

Renacimiento y barroco vitoriano

El casco histórico de la ciudad alberga también cuatro hermosos ejemplos de la arquitectura renacentista palaciega . Son el Palacio de Villasuso, en la plaza del Machete, el de Montehermoso y el de Escoriaza-Esquibel, ambos en la calle Fray Zacarías Martínez, y por último el de Bendaña, en la calle Cuchillería.

Vitoria cuenta, asimismo, con un nutrido y variado legado arquitectónico barroco, estilo que cobra forma en monasterios, casonas, palacios y museos.

Museo Artium

En una ciudad histórica como Vitoria también hay lugar para la modernidad y la vanguardia. La capital abraza la innovación artística en un moderno museo , el Artium , centro emblema del arte contemporáneo. El Museo Vasco de Arte Contemporáneo se inauguró el 26 de abril de 2002 con el propósito, a estas alturas de sobra ya cumplido, de formar parte del calendario internacional de exposiciones de los artistas contemporáneos más destacados.

La Diputación Foral de Álava, el Gobierno Vasco, el Ministerio de Cultura de España y el Ayuntamiento de Vitoria aunaron sinergias para que el proyecto se convirtiera en una palpitante realidad. Su exposición permanente alberga obras de Miquel Barceló, Joseph Beuys, Joan Brossa, Rafael Canogar, Juan Francisco Casas, Jacobo Castellano, Eduardo Chillida, Salvador Dalí (Retrato de la Sra. Fagen), Joan Miró, Juan Muñoz, Jorge Oteiza, Pablo Palazuelo, Guillermo Pérez Villalta (El baño), Pablo Picasso (Mosquetero con pipa), Antonio Saura, José María Sicilia y Antoni Tapies, entre muchos otros.

Fuente: Guía Repsol