Siete castillos para viajar a la Edad Media sin salir de Madrid

Según cuenta la versión oficial, el Castillo de la Coracera fue construido por Don Álvaro de Luna, valido del rey Juan II , aunque algunas fuentes establecen la fecha en 1434, cuando el Condestable de Castilla decidió construirlo, fecha en la que compró el pueblo y señorío de San Martín de Valdeiglesias. Además, a lo largo de los años ha estado ocupado por distintas personalidades históricas como Isabel la Católica, que residió en él cuando fue proclamada heredera de la corona de Castilla.

Situada en el suroeste de la comunidad, en la frontera con las provincias de Toledo y Ávila, la fortaleza, que es de planta cuadrada y se articula alrededor de tres grandes volúmenes, está construida en piedra berroqueña. En el interior destaca el patio de armas , punto de distribución de las diversas dependencias que está flanqueado por muros de piedra de la construcción original del siglo XV. Este espacio cuadrangular conecta con la capilla y la Torre del Homenaje.

Se puede visitar de viernes a domingos, mientras que el resto de semana se puede reservar visitas para grupos previa solicitud. La entrada general cuesta 4 euros.

El castillo de Manzanares del Real es el más emblemático y mejor conservado de la región madrileña. Su construcción se remonta al siglo XV y fue iniciativa del I Duque del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza, pero fue su hijo Iñigo López de Mendoza quien lo terminóe incorporó a Juan Guas, arquitecto de los Reyes Católicos y uno de los máximos representantes del gótico tardío en Castilla.

Su arquitectura es una combinación de dos épocas: la caballeresca medieval, plasmada en sus elementos defensivos, y la renacentista humanista, que se puede apreciar en sus grandes salones, fachadas y magníficos miradores. Destaca, también, de su reciente rehabilitación, su entorno paisajístico, que incluye un huerto de plantas medicinales e industriales, cultivos y huertas, además de sus espacios ajardinados.

Hay visitas teatralizadas para descubrir la historia de este castillo y de su época cuyo precio es de 8 euros por persona, así como talleres para disfrutar en familia de la arquitectura y el medio ambiente.

Situado en el centro de Arroyomolinos, en medio de un gran espacio ajardinado, se halla este torreón que fue construido entre los siglos XIV y XV, pero fue restaurado a principios del siglo XXI . Según fuentes históricas la obra fue iniciada por Juan de Oviedo, aunque su finalización se encargó a Gonzalo Chacón, mayordomo mayor de Isabel la Católica y señor de Casarrubios. Las excavaciones más recientes revelaron que no se trataba de un torreón aislado, sino que era parte del un castillo construido en ladrillo, fortificado y rodeado por un foso.

El torreón es una estructura de planta rectangular con esquinas redondeadas y estilo gótico mudéjar. El interior está dividido en cinco plantas que albergan las estancias reservadas al señor. Este monumento forma parte de la red del Plan de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid.

Situado en el distrito de Barajas, el castillo de la Alameda es uno de los escasos vestigios de la arquitectura militar del siglo XV y una de las cuatro fortificaciones medievales que se conservan dentro del término municipal madrileño. Fue construido como castillo señorial, pero a lo largo de la historia ha sufrido diferentes transformaciones y usos. Su primer morador fue el Señor de Barajas, Juan Zapata. Más tarde pasó a ser una de las villas de veraneo de la aristocracia madrileña y durante la Guerra Civil fue empleado como fortín del bando republicano. Además, bajo esta edificación existen restos de asentamientos antiguos desde la Edad del Bronce hasta la época Romana.

En la actualidad está incorporado al sistema ‘Museos de Madrid’ donde se realizan talleres para escolares y actividades de verano. La entrada es gratuita y está abierto solo los fines de semana y festivos.

Situado en el sur de la comunidad, en el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama , está el castillo de Batres, uno de los más originales. Construido en los siglos XV y XVI en barro cocido sobre cimientos de pedernal, este es uno de los mejor conservados de Madrid, declarado Conjunto histórico-artístico en 1970 . Destacan su Torre del Homenaje –la parte más antigua– y su balconada de hierro forjado del siglo XVI y la doble galería plateresca del patio.

Propiedad de los Señores de Batres y espacio en el que el gran poeta Garcilaso de la Vega compuso algunos de sus mejores versos, este castillo es hoy un espacio perfecto para celebrar eventos donde la historia y la alta cocina de 4 empresas gastronómicas se unen para crear experiencias únicas. Además, 80 hectáreas de campo rodean la fortaleza y un bosque de árboles centenarios limitan un escenario donde se creó la Escuela de Jardinería y Paisajismo Castillo de Batres.

La fortaleza de la Orden de Santiago , la más poderosa de las órdenes militares castellanas creadas en el siglo XII para defender los territorios “reconquistados” en Al-Ándalus, surgió como torre de vigilancia de los caminos y territorios que se extendían sobre los páramos situados entre los ríos Tajuña y Tajo . Hoy en día se ha convertido en un mirador excepcional de las tierras que conforman el sureste de la Comunidad de Madrid y, más concretamente, del núcleo urbano de Villarejo de Salvanés.

El interior de la Torre del Homenaje está dividido en cuatro plantas que han sido acondicionadas para acoger el Centro de Interpretación de la historia de esta población, así como la Oficina de Información Turística y un museo en el que el visitante puede conocer el origen y evolución histórica de la localidad que fue, hasta el siglo XIX, cabeza de la Encomienda Mayor de Castilla.

Adosado al extremo sureste de la muralla de la villa se levanta el castillo de los Mendoza, una estructura en ladrillo y mampostería que evidencia una arquitectura mudéjar. Su forma es casi cuadrada y estaba fortificado por siete torres, todas con una estructura diferente, siendo una de ellas de planta pentagonal. Este recinto amurallado es Monumento Nacional desde 1931 . La fortaleza del siglo XIV, ligada a la familia Mendoza, acogió a la reina Juana de Portugal y su hija Juana la Beltraneja y a los reye Juan II y Felipe III , asiduos invitados de los Mendoza.

Debido al deterioro sufrido durante los siglos XIX y XX apenas queda nada en su interior. El espacio se aprovecha para diferentes eventos culturales, como, por ejemplo, el Festival Marqués de Santillana de música antigua y música clásica. Actualmente se encuentra cerrado al público por obras de restauración.