Alimentos de Valladolid: pistas de una Navidad con mucho sabor

La carta es amplia. En total son 101 productores aglutinados bajo esta marca. Entre ellos destacan, como no podía ser de otra manera en una tierra vinícola por excelencia, un total de 36 bodegas . No en vano, Valladolid está bañado por cinco denominaciones de Origen: Rueda, Ribera de Duero, Tierras de León, Cigales y Toro . Caldos de renombre mundial a los que se suman cervezas artesanas en pleno auge.

Con las copas llenas, llega el momento de los aperitivos. Los embutidos son quienes mandan junto con quesos singulares. Y nada mejor para acompañarlos que el pan clásico de Valladolid . El más popular y tradicional es el «Lechuguino», nombre que le viene dado por el cuidado aspecto del pan candeal, se reconoce de inmediato por el dibujo de una flor en la parte central de su corteza.

El plato fuerte de la meseta es la carne. Y en estas fiestas, el lechazo es el gran protagonista. Procede de las razas churra, castellana y ojalada, con un máximo de 35 días y tras una alimentación exclusivamente de leche materna. Con sello de calidad, el verdadero puede adquirirse en las carnicerías asociadas a esta marca distribuidas por la provincia.

Para cerrar el festín, pastas típicas, turrones artesanos o los populares polvorones El Toro de Tordesillas son los perfectos postres.

En marzo de 2016 se puso en marcha la marca «Alimentos de Valladolid» con el ánimo de contribuir a concienciar a los consumidores de la calidad de los productos aglutinándolos como seña de identidad geográfica y distintivo de calidad bajo el paraguas de un marchamo que incluye también a establecimientos de hostelería (23)y comercio minorista (15).