Lanzarote: una isla en la que disfrutar de la naturaleza más allá de sus playas

Su arquitectura y su clima templado casi la totalidad del año -enero y febrero son los meses más fríos, aunque con temperaturas por encima de los 13 grados- son otros de los atractivos que hacen que Lanzarote reciba tantos turistas cada año. Sin ir más lejos, en 2024 fueron casi tres millones.

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J. F. Alonso

La visita obligada sigue siendo el volcán Timanfaya, aún activo, donde se muestra -mediante una visita guiada en autobús- el inicio de las erupciones volcánicas.

Pero además, la isla atesora otros enclaves únicos: Jameos del Agua, Casa del Campesino, Jardín de Cactus... Y sus playas siempre se cuelan entre las mejores de España, como la de Papagayo, con arena dorada y aguas turquesas, o la agreste Famara, conocida como el paraíso de los surfistas por sus olas salvajes.

Durante el verano hay otras visitas necesarias e innegociables para resguardarse del sol y descubrir zonas menos turísticas donde pararse a valorar lo maravillosa que puede llegar a ser la naturaleza.

1

Las Grietas

Es, probablemente, de los lugares más impresionantes de Lanzarote. Las famosas grietas de las laderas de la Montaña Blanca se encuentran a medio camino entre los municipios de Tías y San Bartolomé -en la carretera LZ-35-, y aunque el acceso no está señalizado, no es difícil encontrar el aparcamiento.

Una vez allí, queda perderse entre sus increíbles cañones formados a lo largo del tiempo por la erosión constante del agua. Son tres grietas de gran tamaño, separadas entre sí por unos metros donde se pueden recorrer largos caminos con desniveles, aunque también hay otras más pequeñas a las que solo podemos asomarnos, pues son demasiado estrechas. En cualquier caso, es mejor no pegarse a las 'paredes' ya que pueden rasgar la ropa y crear heridas. Otra forma de verlas es desde arriba, subiendo por el lateral hasta la parte alta de la lengua de lava.

2

Teguise

Señalado como uno de los pueblos más bonitos de Lanzarote, Teguise -o Villa Teguise- fue la capital de la isla desde la primera mitad del siglo XV hasta mediados del XIX. Sus calles empedradas, casas vestidas de blanco y puertas de colores -además de edificaciones de madera- lo convierten en un lugar imprescindible lleno de belleza y placidez.

La iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, situada en la Plaza de la Constitución, es parada obligatoria, así como el mercadillo que se celebra cada domingo desde las 9 hasta las 14 horas con cerca de 400 puestos de ropa, artesanía y productos locales.

3

Cueva de Montaña Cabrera

Entre Tahiche y Nazaret, en el municipio de Teguise, se encuentra un lugar que bien podría pasar desapercibido para todos si no fuera porque algunos viajeros empedernidos recomiendan su visita. Se trata de Montaña Cabrera, a unos 300 metros de altura, que cuenta con una llamativa cueva que te hace sentir como si estuvieses en las entrañas de un volcán. Tiene una abertura en la parte alta por donde entra la luz del día y eso la ha convetido en un lugar de peregrinación para fotógrafos y amantes de las redes sociales. Para llegar hasta aquí, es necesario hacerlo en coche, que se puede dejar en un parking situado a unos diez minutos andando de la cueva.

4

Cantera de la Montaña de Tinamala

Solo los exploradores incansables por conocer un destino a fondo llegan hasta este lugar. Las antiguas canteras abandonadas en la Montaña de Tinamala -que recuerdan al desierto de Wadi Rum, en Jordania- tienen su origen en los años 50, cuando se empezó a extraer canto rojo para la construcción de casas. Se encuentran junto a la gasolinera de Guatiza y solo hay que seguir el camino de tierra que lleva a ellas. Se aconseja visitarlas al atardecer por la vista panorámica que ofrece.

5

Cueva de Los Verdes

A pocos kilómetros de la localidad de Punta Mujeres está ubicada la Cueva de los Verdes, un tubo -y obra de arte natural- cuya responsabilidad corre a cuenta de la lava. Se formó hace aproximadamente 4.000 años y tiene una longitud de unos 7 km., empezando en el Volcán de la Corona y finalizando en el océano. Para acceder hay que reservar con antelación y es importante saber que presenta caminos irregulares, escaleras y espacios reducidos. En este 'Túnel de la Atlántida' la calidad de la acústica es impecable y eso explicaría por qué se ha señalado en varias ocasiones como lugar para conciertos y recitales.

Lanzarote es una isla para descubrir cualquier época del año, aunque los meses con mejor temperatura son los que van de abril a octubre. Y los amantes del wellness deben conocer sí o sí un lugar donde dar rienda suelta a días de descanso y activación. Hablamos de Barceló Lanzarote Active Resort, un hotel ubicado en Costa Teguise que ofrece todo tipo de material y estancias para los amantes del deporte.

Como atractivo mayor, atesora una piscina olímpica climatizada de 10 calles, un centro ciclista profesional y hasta 450 entrenamientos para poner en práctica, todos aptos para cualquier edad o nivel y siempre garantizados por el prestigioso método Les Mills, recomendado por expertos internacionales. Además, algunas de las habitación están compuestas por sauna, zona de entrenamiento (con algunas pesas y otro material) y jacuzzi.