Suscribete a
ABC Premium

CURIOSIDADES

Meadero de la Reina, la barriada que debe su nombre a una supuesta parada de emergencia de la reina Isabel II

Este curioso lugar se encuentra situado en el término municipal de la localidad gaditana de Puerto Real

Las tripas de la II República en la casa de Alcalá-Zamora en Priego de Córdoba

#ArchivoABCsev: ¿Quién fue Isabel II, la reina que le dio nombre al puente de Triana?

La reina Isabel II de España es la protagonista de la historia que da nombre a esta barriada gaditana abc

Alberto Flores

Puerto Real

En tierras que pertenecen al término municipal de la localidad gaditana de Puerto Real, muy cerca de la carretera A-4 -conocida como la autovía del Sur-, en una zona próxima a hitos como La Chacona o Jarana, se encuentra una barriada que cuenta con el curioso nombre de Meadero de la Reina. Un lugar de paso de muchas personas en la provincia de Cádiz y que se encuentra rodeado de un paisaje donde abundan las marismas, los matorrales y las salinas.

Se trata de un rincón de Andalucía que históricamente ha sido un nudo de comunicaciones al encontrarse en una zona de una gran importancia estratégica, y que debe su curioso nombre a un supuesto incidente que forma parte más del acerbo cultural que otra cosa, pero que de una manera o de otra terminó confiriéndole su personalidad a esta pequeña barriada. Sea o no real lo que se cuenta que allí pasó, el caso es que le ha dado el nombre actual al barrio.

Para entender esta historia hay que retroceder hasta el otoño del año 1862, momento en el que la reina Isabel II, en compañía de su esposo Francisco de Asís y sus dos hijos mayores -el que se convertiría en Alfonso XII y la infanta Isabel-, llevaban a cabo un apacible viaje por tierras andaluzas.

En aquellos momentos no corrían buenos tiempos para la monarquía en términos de popularidad, por lo que uno de los objetivos de este viaje era el de ganarse la simpatía de los andaluces y que los monarcas parecieran más humanos y cercanos. Después de visitar la ciudad de Sevilla, la comitiva real tomó el camino hacia Cádiz, ciudad a la que llegaron el 26 de septiembre para permanecer en ella durante varios días, con una agenda repleta de actos, paradas y propuestas de todo tipo.

El azulejo que refleja el curioso nombre de esta barriada que se encuentra en el término municipal de Puerto Real viajeros inusuales

Poco a poco nos estamos acercando al momento clave de la historia, cuando el día 28 de septiembre, a propuesta de la corporación municipal de la localidad de Puerto Real, la comitiva real fue invitada a presenciar los trabajos de despesque -nombre con el que se conoce en la zona la labor de extracción del pescado existente en los esteros naturales de una salina-, concretamente en la denominada como salina del Monte.

Tradición oral

Eran tiempos en los que el ferrocarril poco a poco se iba extendiendo por todos los confines del territorio nacional, por lo que los reyes y sus acompañantes llegaron hasta prácticamente la salina en un flamante tren especial que llevaba pocos meses funcionando.

Aquí es donde entra en juego la leyenda popular, ya que cuenta la tradición oral que tras presenciar en directo las artes milenarias del despesque, a su majestad la reina Isabel II le entraron ganas de orinar, con lo que supuestamente todo el séquito real comenzó a buscar el lugar apropiado para que una persona de su condición pudiera hacer frente a sus necesidades con dignidad. Siempre se ha contado que la micción real tuvo lugar en los terrenos aledaños que ocupó la venta del Arrecife, donde la reina pudo aliviarse finalmente bajo el cobijo de unos matorrales.

El problema es que como han indicado algunos autores, los datos geográficos no concuerdan del todo. Así por ejemplo Enrique Pérez Fernández, licenciado en Historia, escribió sobre el tema en 'Patrimonio La Isla', explicando que: «hay que considerar que entre el lugar en que la reina vio el despesque —la salina del Monte, próxima a Puerto Real— y el de la micción —el Descansadero de la venta caída— hay cerca de tres kilómetros. Demasiada distancia para recorrer y aguantar».

Ante esta dificultad casi insalvable, Pérez Fernández tiene la teoría de que «al subir al tren de vuelta a Cádiz, con el traqueteo y tanta agua contemplada, le debieron de entrar las ineludibles ganas y pidió que la máquina parara. Y se detendría donde la vía férrea entonces y hoy gira para tomar el recto camino que lleva a La Isla entre caños y salinas, en los terrenos inmediatos al Barrio Jarana, la carretera de Malas Noches o el Descansadero de la antigua venta del Arrecife».

Un lugar que también recibía el sugerente nombre de 'Descansadero de la venta caída', donde apenas se tenían en pie un puñado de construcciones. A partir de ese momento, la gracia natural gaditana, a base del boca a boca, terminó consiguiendo que ese enclave se terminara llamando 'Meadero de la Reina', un nombre que ha sobrevivido al paso del tiempo y que se sigue usando hoy.

Sobre la figura de la reina Isabel II de España han corrido ríos de tinta y todo tipo de leyendas abc

Una pequeña barriada, al borde de una carretera muy transitada, enclavada en un paisaje de marismas, esteros y salinas, que se encuentra muy cerca del Parque Natural Bahía de Cádiz y que hace ya muchos años fue bendecida con el orín de nada más y nada menos que de una reina.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación