La cueva 'gemela' de la Gruta de las Maravillas que está en Jaén y casi nadie conoce

Se encuentra situada al norte de la población, junto a la carretera que comunica Pegalajar con Mancha Real y lleva el nombre de su descubridor y propietario, concretamente son las iniciales de Antonio Ruiz Ortega. Excavada artificialmente para facilitar el acceso a visitantes, su recorrido es prácticamente horizontal, de unos 100 metros y una planta de poco más de 200 metros cuadrados. Incluye pequeñas salas en las que sobresale una gran profusión de estalactitas, estalagmitas y discos de fractura, formadas por calcitas flotantes.

Y es que la naturaleza, durante milenios, ha creado un paisaje digno de ser admirado. En esta cueva aparecieron restos de cerámica bruñida con mamelones, lascas de devaste sin trabajar, elementos de sílex junto a elementos hechos en piedra pulimentada como hachas y pequeñas azuelas. La escasez de material metálico, como el cobre, contrasta con la gran abundancia de material lítico.

Por los elementos descubiertos, se apunta que en un primer momento la Cueva de Aro fue utilizada como lugar habitable y de trabajo. Sin embargo, con el paso del tiempo, en una fase posterior de ocupación su uso fue diferente, como espaciofunerario colectivo. Según los estudios, este último uso pudo darse entre finales de la Edad del Cobre y principios del Segundo Milenio (antes de nuestra era).

Esta cavidad se formó en los afloramientos de formaciones calcáreas del Cretácico Superior, división de la escala temporal geológica que se extendió desde 99,6 hasta 65,5 millones de años.

Mucho tiempo después, en el periodo conocido como Messiniense, última edad de la época del Mioceno, hace entre 7,2 y 5,3 millones de años, se inicia la regresión marina que permite la emersión del relieve calcáreo Prebético y que da comienzo a su erosión. En este periodo, y en esta zona, el borde de marino se sitúa en la ladera norte de la Serrezuela de Pegalajar.

A escasos 200 metros de la Cueva de Aro se encuentra la de Majuelos, ambas muy cercanas al manantial de la Fuente de la Reja. Pese a ello, ninguna presenta galerías con morfologías freáticas, es decir no mantienen ninguna relación con el mencionado acuífero.