Así es el nuevo hotel de Rafael Nadal en la Costa Brava

El establecimiento acaba de abrir sus puertas para recibir a sus primeros huéspedes esta temporada de verano. Lo ha hecho con una fiesta de inauguración celebrada el pasado jueves a la que acudió el tenista mallorquín junto con sus padres y sus amigos, entre ellos el piloto de motos Marc Márquez y el ex jugador de baloncesto Marc Gasol o famosos como Paz Vega y Judith Mascó, entre otros.

«Trasladar lo que es una casa mediterránea al mundo es una ilusión, y diría que casi una obligación siendo baleares», dijo Nadal en el acto refiriéndose al origen compartido que tiene con Gabriel Escarrer, CEO y fundador de Meliá. «Somos unos enamorados del Mediterráneo y teníamos una idea común de lo que debían ser estos hoteles«, añadió.

El creador de la cadena hotelera española que opera en más de 30 países coincidió: «es un proyecto que nos hace especial ilusión a toda la familia de Meliá». También reveló que cuando empezó a valorar con Nadal dónde iba a estar el segundo hotel de esta línea, tras estrenar el primero en Mallorca en junio del año pasado, vieron que el complejo de Cala Giverola «reunía todos los requisitos para ser un Zel de libro, que refleja el estilo de vida mediterráneo y una casa mediterránea».

Justamente la tercera persona que el jueves cortó la cinta del Zel Costa Brava, Javier Arus, es uno de los socios de la gestora inmobiliaria -igualmente española- que posee la propiedad, Azora, con más de 20 años de trayectoria y una importante cartera de activos en varios países (allí mismo, junto al nuevo Zel, un cámping de cabañas).

«Es un entorno fantástico, que sorprende. Y el hotel enamorará, es una joya que reúne la esencia de Zel«, apuntó Arus en el estreno.

El segundo hotel de Nadal y Meliá ocupa una propiedad de grandes dimensiones ubicada sobre la falda de la montaña que rodea la Cala Giverola, a 5 kilómetros de Tossa de Mar, en Gerona, conocida porque en su playa se rueda cada verano un famoso spot publicitario de una cerveza. El complejo tiene a su vez a sus espaldas, y a pocos minutos andando, otro sitio donde es posible bañarse, Cala Pola.

En el lugar funcionó durante años como un albergue de descanso y recreo para los empleados del ente público de ahorros y correos de Suiza. Después se convirtió en un hotel, que Meliá ha remozado, elevado y actualizado -«un trabajo arduo», reveló Escarrer- para que responda en diseño y estilo al concepto Zel de alojamiento mediterráneo, sostenible y «activo».

Esto último se refiere a su vinculación con el bienestar y el deporte, que va tanto desde los beneficios que le aporta la naturaleza en la que está inmerso -hablan de favorecer la vida al aire libre desde el hotel- como por su dotación y servicios: Zel Costa Brava tiene spa y gimnasio, piscina climatizada y grandes piscinas exteriores junto a la playa, un centro ciclista para apoyar un deporte muy común en la zona, yoga, fútbol y hasta nueve pistas de tenis.

Es una gran ilusión trasladar al mundo lo que es una auténtica casa mediterránea

Rafa Nadal

Tenista

Pero además su disposición es peculiar, pues las suites están ubicadas en hileras de pequeños edificios independientes colgados a distintos niveles de altura sobre la ladera. Por ello, hay profusión de escaleras y senderos que los conecta entre los pinos y un elemento diferenciador: un funicular privado, de uso libre y exclusivo, que lleva y trae a los huéspedes en pocos minutos desde la planta principal donde está la recepción, el spa y el restaurante hasta la playa, junto a la cual están también las pistas de tenis, las piscinas y la zona de recreo.

Zel Costa Brava cuenta además con una tienda de alimentación, moda y artículos variados, un local arriba y un 'foodtruck' abajo en la playa de café de especialidad, chiringuito sobre la arena y varios salones para eventos.

El hotel Zel de Tossa de Mar es un cuatro estrellas superior y cuenta con 214 habitaciones. Todas ellas tienen vistas o bien al nutrido jardín o bien al mar y unas dimensiones que parten de los 36 metros cuadrados. Además hay una casa con dos habitaciones y un duplex con tres.

El precio arranca en los 240 euros, aunque en temporada alta y para categorías superiores de suites está entre los 480 y los 1.000 euros la noche. Incluye el desayuno y el hotel ofrece también la posibilidad de contratar media pensión.

Con un diseño rústico chic, que prioriza los materiales naturales y sostenibles, los tonos neutros y los ambientes relajados, el Zel Costa Brava admite animales. En principio hará una temporada de ocho meses, pero la idea es prolongarla a diez.

Zel seguirá creciendo. En la inauguración del de Costa Brava Meliá anunció la firma ese mismo día de un acuerdo para hacerlo también en Albania, al tiempo que confirmó el calendario de aperturas ya en marcha: habrá un hotel Zel en plena Gran Vía de Madrid, otro en Sayulita, México, y un quinto en Punta Cana (República Dominicana).

Nadal también lo ratificó en el acto. «Esta es la segunda inauguración, pero Zel está en proceso de expansión y estamos muy felices con su evolución y la acogida muy positiva que está teniendo«, manifestó.