Cuatro grandes hoteles para darse un capricho este año
Una escapada ofrece el escenario perfecto para cambiar de ciclo. Seleccionamos dos hoteles clásicos y dos nuevos que son ideales para ello

Ya sea para uno mismo, o para los demás, el mejor regalo es el tiempo y las experiencias de calidad. En estas fechas, una escapada que sirva como simbólico cierre de una etapa o que actúe como puerta que da paso al inicio de otra puede constituir una opción tentadora. Tanto en hoteles clásicos, con gran servicio y situados en destinos nacionales con buen clima y mejores vistas, en Tenerife Sur y Alicante, como visitando algunas de las novedades hoteleras más interesantes de los países vecinos, Marruecos y Portugal. Preparad las maletas.
1. Bahía del Duque (Tenerife Sur, Islas Canarias, España)
Una villa canaria para deleitarse
El microclima que posee Tenerife Sur, en las Islas Canarias, es imbatible. Y las instalaciones y el servicio que allí ofrece el resort Bahía del Duque permiten disfrutarlo al máximo, sin preocuparse de nada más que de descansar y cuidarse.
El hotel, inaugurado hace 25 años y propiedad de un grupo empresarial canario, tiene todo lo necesario para ello: varias piscinas (algunas de ellas climatizadas) y acceso directo a la playa, un gran spa al aire libre, diversos restaurantes con gastronomía local e internacional de primera calidad (incluyendo el restaurante Nub, con una estrella Michelin), un soberbio desayuno, gimnasio 24 horas, jardines y pistas deportivas (tenis, pádel, squash, actividades acuáticas) en sus 100.000 metros cuadrados.
En los edificios del complejo, que simula una villa, hay diferentes categorías de habitaciones, hasta un total de 346, con zonas infantiles y otras más reservadas, con precios que parten de los 350 euros para dos la noche, con desayuno incluido. El alojamiento más exclusivo es posible en sus Casas Ducales, que permiten mayor privacidad y poseen una recepción independiente con servicios añadidos como un buffet, y Las Villas, 40 residencias con piscina y jardines propios, además de un cuidado diseño (obra del interiorista Pascua Ortega) y todas las comodidades.
Como elemento diferenciador en Bahía del Duque está, además, su personal, siempre atento y solícito, para asegurar una estancia inolvidable.



2. Asia Gardens (Alicante, España)
Auténtico lujo asiático sin salir del país
Viajar a Singapur sin coger un avión es posible en el Asia Gardens Hotel & Thai Spa, situado en la alicantina localidad de Finestrat. Lo que más impacta de este refugio tropical son sus increíbles jardines entre senderos, piscinas, lagos, puentes y miradores.
Además de los servicios y comodidades habituales en un hotel cinco estrellas, tiene como rasgo diferenciador una oferta de tratamientos y actividades vinculados al bienestar, desde yoga, meditación y taichi hasta masajes y terapias en su spa y cabinas.
También organiza una ruta botánica para apreciar sus especias traídas especialmente para poblar sus 40 hectáreas, donde hay ocho piscinas (algunas de ellas, climatizadas), varios restaurantes y distintos tipos de áreas y habitaciones, para acomodar tanto a familias con niños como a parejas y personas que prefieren un ambiente más privado.
En estas Fiestas, Asia Gardens (habitaciones desde 320 euros para dos la noche) propone un programa especial navideño, que incluye cena con actuación en Nochebuena (desde 460 euros la noche para dos) o en Nochevieja (desde 590 euros para dos la noche, más barra libre en este caso y cotillón).



3. AlmaLusa Comporta (Setúbal, Portugal)
Un cuidado refugio de paz y naturaleza
Acaba de abrir sus puertas AlmaLusa Comporta, un auténtico refugio minimalista en esta preciosa y selecta región costera del Alentejo portugués conocida también como los 'Hamptons' locales.
Con un entorno de impactante naturaleza, grandes playas, mar y buena gastronomía, este nuevo hotel boutique, ubicado en el centro del encantador pueblo (donde hay una buena oferta de restaurantes y exquisitas tiendas de decoración), ofrece 31 suites y 22 habitaciones (desde 160 euros la noche), además de spa, cafetería y 'rooftop'. En algunas suites hay añadidos como piscina propia, terrazas o jardín, y todas ellas cuentan con una pequeña y funcional cocina y con salón.
El diseño de AlmaLusa Comporta, ubicado en un antiguo palacete, contribuye a su mensaje: de colores cálidos y materiales naturales, con obras de artesanos portugueses, da prioridad al descanso y el confort de los huéspedes. En su restaurante, comida internacional con buenos vinos -hay que probar los de la zona; y en el desayuno buffet opciones sabrosas y saludables y en su cafetería con terraza, platos para una comida ligera o un buen café.
El hotel organiza actividades complementarias para sus huéspedes, como paseos en barco y avistamiento de delfines partiendo de la cercana marina de Troia.



4. Fairmont Tazi, Tánger, Marruecos
Tradición y modernidad en el norte de Marruecos
En un palacete de 1920 situado en Tánger, en la costa norte marroquí, combinando tradición, artesanía y cultura con modernidad y lujo, abre sus puertas el hotel Fairmont Tazi.
El edificio, antigua residencia de un consejero del rey en la ciudad, fue cuidadosamente reciclado para poner en valor su carácter único y la artesanía local, que se expresa de la manera más exquisita en todos los detalles de este nuevo complejo.
Con 1,5 hectáreas de extensión, amplios jardines y 133 habitaciones (desde 370 euros la noche en habitación doble con desayuno), Fairmont Tazi dedica buena parte de sus servicios al bienestar y al cuidado personal y a la gastronomía.



La ubicación permite disfrutar al máximo de Tánger, o de actividades paralelas como pesca en el mar, paseos a caballo por la playa, salidas en barco y clases de cocina marroquí, entre otras. Pero también posibilita conocer las cercanas ciudades de Chefchaouen -un pueblo encantador en la montaña- y Asilah -también en la costa-.
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