Los hoteles de Francis Ford Coppola que te enamorarán tanto como su cine

El Blancaneaux Lodge, en Belice, es un conjunto de 20 cabañas de lujo en la reserva natural Mountain Pine Ridge . Están rodeadas de cascadas que desembocan en una piscina de color turquesa. A principios de la década de 1980, Francis Ford Coppola visitó Belice, y se enamoró de sus paisajes. Compró el complejo Blancaneaux Lodge, entonces casi abandonado. Durante más de una década lo utilizó como refugio de la familia, antes de que lo abriera al público en 1993. En Belice también es el dueño de otro hotel, el Turtle Inn, que cuenta con 25 habitaciones con vista al mar Caribe .

La Lancha, a orillas del lago Petén Itzá (norte de Guatemala), es otra de las propiedades exóticas e integradas en el entorno. Es un pintoresco albergue de diez habitaciones decoradas con obras de arte y muebles de Bali, así como las telas y esculturas de Guatemala seleccionadas personalmente por la familia Coppola. Está en el epicentro de la espiritualidad maya, en lo profundo de la selva, rodeado por ruinas mayas.

El Palazzo Margherita , construido en 1892 en Bernalda por la familia Margherita, es un palacio del siglo XIX. En esa ciudad italiana nació Agostino Coppola, el abuelo de Francis Ford Coppola, que siempre se refirió a ella cariñosamente como «Bernalda bella». El cineasta compró el Palazzo en 2004, con el deseo de transformarlo en un pequeño y lujoso hotel boutique de Italia . Y lo logró.

En Argentina, por último, encontraremos el Jardín Escondido, un hotel boutique en una casona pintada de morado y gris en el barrio de Palermo (Buenos Aires) . Tiene tres niveles de jardines, una piscina climatizada con energía solar, una cocina al aire libre y parrilla, y una hermosa terraza rodeada de plantas de todo tipo. Este hotel funciona en asociación con la cadena brasileña Bourbon.