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Panticosa, brillante joya del Pirineo

El norte de Huesca es una de las zonas más bellas y singulares de España. Y el Valle de Tena es una parada imprescindible. «Lo escribe uno de Bilbao»

Panticosa, brillante joya del Pirineo

antonio basagoiti

El Pirineo aragonés es uno de los lugares más singulares y bellos de España. Sus espacios naturales, la gastronomía, la riqueza cultural que almacena y, sobre todo, sus gentes hacen que esta zona tenga un atractivo especial. Conozco esos valles y montañas de mis excursiones y estancias en la comarca del Alto Gállego, y de las visitas a las vecinas Jacetania o Sobrarbe. Somos muchos vascos los que viajamos hasta Huesca para disfrutar de sus riquezas. Incluso he visto por esas tierras a convecinos de Vizcaya o de Guipúzcoa, de los que reniegan de todo lo que sea rojo y amarillo, deleitándose con esa parte pirenaica tan española.

Aunque algunos lo nieguen -incluso a bombazo limpio, como el asesinato de los guardias Irene Fernández y José Ángel de Jesús, en el año 2000, en Sallent de Gállego, a los que quiero recordar en este artículo-, ser español y sentirte orgulloso del Gorbea, de La Concha, Monte Perdido o Peña Telera no tiene precio.

El capital del Pirineo oscense comienza por su riqueza natural y paisajística. Es cuantiosa y se requiere tiempo para conocer los parques naturales de los Valles Occidentales, Ordesa, Posets-Maladeta, los macizos, los bosques, los ríos, o todo el Valle de Tena, que es una de las zonas de todo el Pirineo que más brillan.

El Valle de Tena

El Valle de Tena está ubicado en la zona norte del Alto Gállego y transcurre desde Sabiñanigo a Portalet, en el que se cruza con la frontera francesa. Tiene localidades que merecen la pena, como el propio Sallent, Hoz de Jaca, Piedrafita, Tramacastilla, Lanuza, el Pueyo o Panticosa. En todas estas localidades se puede disfrutar del paisaje, de la tranquilidad de sus calles y del carácter hospitalario de sus gentes. Para estar a la altura del Valle de Tena, poder alimentarse y dormir bien existen posibilidades infinitas. Desde el senderismo, la bicicleta, el esquí, a los deportes de aventura, e incluso darse unos buenos baños. Esas actividades, y muchas otras, pueden realizarse en todo el valle, pero creo que lo que es del todo imprescindible es pararse en Panticosa.

El municipio de Panticosa dispone de una estación de esquí que en invierno da servicio a familias y esquiadores en un clima de máxima amabilidad, con unas pistas muy bien atendidas y con la posibilidad de esquiar por caminos entre árboles hasta el propio pueblo. En verano ofrece excursiones a los ibones de Panticosa y Sabocos, bicicleta, montañismo, etc. Y Panticosa también está compuesta por un núcleo de población como el Pueyo de Jaca, con vistas al embalse de Búbal, a Peña Telera o a la propia estación de esquí de Panticosa, en un entorno de calles y casas de clásico diseño pirenaico. Todo el municipio de Panticosa está acompañado por una buena hostelería y un comercio cercano y atractivo

Por todo esto y mucho más, creo que merece la pena el norte de Aragón. Huesca es una riqueza de España, donde el Valle de Tena es parada imprescindible. Y para mí, lo decía antes, Panticosa es la joya del Pirineo. Y lo escribe uno de Bilbao.

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