Arzobispo de Toledo: «Es miserable pensar que los misioneros son culpables del contagio»

Dicho esto, ha asegurado que no va a polemizar sobre si se han cumplido todos los protocolos sanitarios o no y que cree que es «importante» que los ciudadanos dispongan de una «buena información» para saber «cuál es la verdadera situación». De igual modo, el arzobispo toledano considera que «sería muy ingenuo pensar que poniendo un muro, como el de Berlín o el de Palestina se va a evitar el contagio. Además de que es imposible, esa es la táctica del avestruz, que ya sabemos que no lleva a buenas consecuencias», ha afirmado.

En cuanto a la reacción social que ha desencadenado el sacrificio del perro de la enfermera infectada, el presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal ha opinado que «las imágenes son suficientemente elocuentes» y que «cada uno piense lo que quiera». «Todavía la sindéresis me da para entender que una cosa son los seres humanos y otra los animalitos, a los que hay que tener respeto. Pero hay pirineos entre ambas realidades», ha dicho Rodríguez, que ha añadido que en sus visitas a países de Latinoamérica o África ha podido comprobar que «a veces los perros van a misa, cosa que aquí en España decimos que esta muy mal».

Preguntado sobre los testimonios de los misioneros españoles presentes en países afectados por el ébola, el responsable de Misiones de la Conferencia Episcopal ha indicado que los hermanos de Orden de San Junta de Dios tienen el deseo de reabrir el hospital que tuvieron que cerrar y que este centro «vuelva a funcionar con garantías sanitarias« para poder contar con un recurso más para hacer frente al virus.

«Ellos no quieren venirse, pero lógicamente si están infectados de ébola no pueden hacer otra cosa. En este caso -en referencia a Pajares y García Viejo- les ofrecieron regresar, como han hecho otros países del entorno, no solo España, y a lo mejor su idea era recuperarse para volver. Este tema que es ahora mundial, ojalá lo hubiera sido hace 15 años«, ha finalizado.

Por su parte, el delegado de Misiones del Arzobispo de Toledo, Jesús López, ha explicado que Luis Pérez, misionero toledano en Sierra Leona, está bien dentro de las dificultades que presenta este país, uno de los más afectados por el ébola . «En los contactos que mantenemos con él no expresa deseos de volver. Los misioneros quieren estar, sufrir, llorar e incluso, a veces morir, con su pueblo», ha concluido.