«El Expolio», la joya de El Greco, brillará en El Prado durante un mes

La restauración de «El Expolio» (1577-79), una de las obras maestras de El Greco propiedad de la catedral de Toledo, concluyó a mediados de septiembre. El trabajo realizado en los talleres del Museo del Prado durante dos meses sobre este espectacular óleo dejó maravillados a los miembros del Cabildo de la catedral de Toledo que tuvieron la ocasión de admirar el resultado de la restauración dirigida por el toledano Rafael Alonso. «Pude estar en el Museo del Prado y qué sorpresa fue ver la restauración ya terminada», recordaba el deán.

Simple esquema en un papel

El cuadro, en el que se han empleado las técnicas más avanzadas en restauración, ha recuperado mucha luz , lo que permite ver hasta el más pequeño detalle que el genial pintor cretense dejó plasmado sobre este impresionante lienzo de casi tres metros de alto por dos de ancho (285 x 173 centímetros), que representa el momento de la Pasión en el que Jesús es despojado de sus ropas.

A los canónigos les contaron que El Greco «parece que pintaba a mano alzada, aunque nadie parece que se atreve a asegurarlo», decía Sánchez. Rafael Alonso, que ha reparado más de ochenta «grecos», les explicó que el pintor hacía un simple esquema en un papel y ya se iba directamente al lienzo». «El lienzo que utilizó El Greco en El Expolio era el mejor que podía emplear», señala el deán.

Además del cuadro ya restaurado, la visita deparó hallazgos inesperados. «Más sorpresa fue cuando vimos las radiografías que han realizado al cuadro -contaba Juan Sánchez-. Yo creí que era como una radiografía tradicional de las que estamos todos acostumbrados a ver, pero ¡qué va! La radiografía era de las dimensiones del cuadro».

La obra regresará a la catedral de Toledo en NavidadA los miembros del Cabildo de la catedral se les explicó también que El Greco quiso pintar la mano derecha de Cristo de una forma, pero luego se ve que rectificó. «También en la parte baja del óleo hay un pequeño roto que debió ser de un pinchazo, pero la pintura ya debía estar tan avanzada que el pintor lo zurció de tal manera que no se nota», recordaba el deán.

«Para nosotros los toledanos, muchos de los cuales hemos visto el cuadro al natural, nos cuesta imaginarnos la cara de Cristo de otra manera que no sea la de este cuadro. Para mí, la cara del Cristo de ‘El Expolio’ es la cara de Dios. Por eso, aparte de la responsabilidad como restaurador, para mí es una gran emoción tocar una cosa así», reconocía el restaurador Rafael Alonso el día que la joya de El Greco salió de la catedral de Toledo camino del Museo del Prado el pasado 11 de julio.