Cuando los actores de Hollywood se cuelan en los videojuegos

En los últimos años muchos actores han prestado su rostro para ser los protagonistas –o los malos a los que el jugador ha de matar– en más de un videojuego. Entregas en las que los intérpretes trabajan como en una superproducción más. No obstante hay proyectos que tienen un presupuesto superior al de la mayoría de las películas .

Willem Dafoe lleva toda una vida delante de las cámaras. Sin embargo al ganador de dos Oscar no se le cayeron los anillos por llenarse de sensores para poner su rostro al videojuego « Beyond: dos almas ». Esta espectacular entrega es una de esas sagas llamadas a pasar a la historia del entretenimiento con su increíble fusión de película y juego .

Otra de las estrellas de la meca del cine –ésta con mucho futuro– es Ellen Page . La actriz protagonista de Juno y Origen fue la compañera de Willem Dafoe en el peculiar rodaje de «Beyond: dos almas» . Las imágenes de ambos en el plató grabando, con la cara llena de microchips, y actuando como si fuera cualquier otra película , da una magnitud de lo que pueden aportar a los videojuegos la presencia de actores reales. Otra muestra increíble de cómo de grande era la superproducción de «Beyond: dos almas» fue la presentación en los cines de Callao de Madrid con los actores y el director del videojuego, como si de cualquier otro gran estreno en la capital se tratara.

Guillermo del Toro es quizá uno de los más polifacéticos directores – y productor, y guionista , y novelista...– que trabaja en Estados Unidos. El director de «El laberinto del Fauno» o «Hellboy» o productor de «El hobbit» tiene ahora entre manos un nuevo proyecto. Se trata de la dirección de la nueva entrega de la saga «Silent Hill» , uno de los videojuegos clásicos que lleva sobreviviendo y evolucionando desde las primeras generaciones de consolas.

Para esta nueva entrega, de la que aún no se conoce título, Guillermo del Toro se ha rodeado de gente del cine y de los videojuegos. Por un lado ha elegido a Norman Reedus , el actor que interpreta a Daryl en «The walking dead» y por el otro a Hideo Kojima , creador de la mítica saga « Metal Gear ».

«El personaje en el juego es un actor real», Hollywood tiene su hueco en los juegos«El personaje en el juego es un actor real. Utilizamos su voz original. Hacemos uso de los detalles del movimiento de su cuerpo durante la grabación», explica Bett Robbins, director del proyecto del último «Call of duty » en su blog de la compañía. Y es que hay sagas que llevan toda la vida en las consolas de los «jugones», lo que hace que cada vez sea más difícil innovar y reinventarse. Quizá sea por esto por lo que «Call of Duty Advanced Warfare» haya echado mano de uno de los grandes actores de Hollywood para revitalizar una entrega que, debido al gran número que han sacado en los cuatro últimos años, se ha debilitado.

Ahí entra Kevin Spacey . El ganador del Oscar al mejor actor por «American Beauty» (aquella magistral película que todos recuerdan por el baño de rosas en plano cenital de la joven Mena Suvari ) es la gran estrella del nuevo Call Of Duty que promete más de lo mismo pero que confía en la potencia de la nueva generación para que todavía disfrutemos de los «shooter».

«L.A Noire», «Heavy Rain», «Beyond: dos almas» o «The last of us» son como películas Una cosa es que actores o directores de Hollywood participen en videojuegos y otra muy diferente es que el jugador se convierta en el verdadero protagonista de la trama. Eso es lo que plantean juegos como «L.A Noire» , « Heavy Rain» o más recientemente «Beyond: dos almas» y « The last of us » (muy criticado por usar una protagonista virtual muy parecida a Ellen Page). Son la auténtica evolución de los videojuegos, su futuro más que probable (con permiso de los « sandbox »). En este tipo de entregas quien controla el mando controla la historia. No consiste solo en disparar o hacer misiones, se trata de seguir el guión a modo de una película y elegir cada acción y cada palabra que dice el personaje en la pantalla. A modo de aquellos libros de infancia de «sigue tu propia historia», estos videojuegos permiten elegir un camino u otro.

La relación entre este tipo de videojuegos y el cine es tan real como que Heavy Rain (el pionero) tenía un guión de 2.000 páginas en el que se desarrollaban las opciones de 60 escenas. Más que muchas películas convencionales. Otro aliciente más, el protagonista es el genial John Noble, el Walter Bishop de « Fringe ».

Pero no solo los grandes actores tienen un hueco en los videojuegos. La mayoría de los que pasan horas y horas embutidos en esos incómodos «trajes tipo buzo» llenos de sensores son habituales secundarios en las películas. El más destacado es Andy Serkis , la persona real detrás del Golum de El Señor de los anillos o de Caesar en El origen del planeta de los simios.

En el doblaje hay otra buena salida . Si no que se lo digan a los españoles Jordi Mollà o Luis Tosar. El primero puso voz al malo de la anterior entrega del «Call of Duty: Black Ops II» y Tosar por su parte dobló a George Washington en «Assassin’s Creed III». Hay más ejemplos, entre los que destaca Santiago Segura en « Brutal Legend » (donde Black Jack también participa) o Michelle Jenner en «Los Sims 2».

En los 90 ya hubo actores que prestaron su imagen. Esta vez a las carátulasAunque como en todo, tuvo que haber un principio. Los pioneros que pusieron su rostro a videojuegos fueron los «héroes» de acción de las películas de los 90. Vin Diesel protagonizó «Wheelman», Bruce Willis puso su imagen en «Apocalypse» (un juego con muy buenas críticas y con mucha jugabilidad para la época en la que se lanzó, 1998 para PSOne) o Jackie Chan en «Action Kung Fu» (un juego de plataformas parecido a los Supermario). Por haber hubo hasta un juego de Torrente.

El resumen de la gran relación entre el cine y los videojuegos está, como todo hoy en día, en la Red. IMBd , la gran base de datos del cine, ha inaugurado su propia categoría de «videojuegos». Un ejemplo más de que las barreras entre el séptimo arte y el que otros consideran «décimo arte» se han diluido para siempre.