Instagram cumple 12 años: el cambio radical de la fotografía al 'ligoteo'
Redes sociales
La red social que empezó como escaparate para fotógrafos ha evolucionado tanto desde su creación como han querido sus usuarios. ¿Qué tipo de perfil eres tú en esta plataforma?
Sevilla
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Iniciar sesiónLa red social Instagram, con sus abreviaturas populares como 'IG' o 'Insta', ha cumplido esta semana doce años. Concretamente el pasado jueves 6 de octubre fue el aniversario del lanzamiento de esta popular aplicación que ha cambiado radicalmente su razón de ser. ... El usuario manda (hasta donde el negocio le deja), y en este caso ha reconvertido esta app al completo, haciendo de su mecanismo una ventana social donde mostrarse e interactuar.
Instagram fue creada por Kevin Systrom y Mike Krieger, fue lanzada desde San Francisco, el 6 de octubre de 2010. Ganó rápidamente popularidad, llegando a tener más de 100 millones de usuarios activos en abril de 2012 y más de 300 millones en diciembre de 2014. Fue diseñada originariamente para iPhone, pero rápidamente, en abril de 2012, se publicó una versión para Android.
Para quién no esté familiarizado con esta red social, Instagram posee un apartado principal para compartir fotografías, vídeos, e incluso álbumes de diez fotos, de manera permanente. Por otro lado, también hay hueco para lo instantáneo, gracias a las historias o 'stories' existe la posibilidad de subir imágenes y vídeos que caducan a las 24 horas, es decir, desaparecen. Instagram también posee un medio de comunicación privado para hablar llamado Instagram Direct, desde hace relativamente poco tiempo puedes crear y editar vídeos llamados 'reels' e incluso hacer videollamadas, una función muy utilizada por los usuarios.
2010 - Red social para fotógrafos
Tras su lanzamiento, los amantes de la fotografía tenían en Instagram la aplicación perfecta para compartir imágenes artísticas, editarlas, aplicarles filtros y marcos. Era un escaparate. Bastaba con registrarte y comenzar a compartir las fotos. En ese momento, la calidad de las imágenes que se compartían era muy elevada, y los filtros daban resultados profesionales a todas capturas compartidas.
Seguidamente, todos los aficionados a la fotografía que se percataron de la existencia de esta app, se la descargaron para hacer sus pinitos. La fiebre por etiquetar todo con los hashtags para que sus fotos fuera más vistas entre estos colectivos se puso en marcha. Las habrás visto: #Fotografías, #Photography #Photo, #Photograher, #Instaphoto, #photooftheday, #picoftheday...
Se puede decir que esta utilidad duró poco. Los fotógrafos quedaron a un lado, aunque siguen existiendo y manteniendo su comunidad, para dar paso a una faz mucho más social y vanidosa.
2012 - Si no compartes lo que comes, no has comido
Uno de los primeros colectivos que desembarcó en Instagram fueron los denominados 'foodies', que puede traducirse como 'amante de la gastronomía' (y de compartir imágenes de lo que se come). Este tipo de gente se dedica a fotografiar platos de comida, de bares y restaurantes, o desde los propios fogones, intentando darle una perspectiva única y original, con el objetivo de convertirse en la foto con más 'likes'. Instagram es una fuente inagotable de recomendaciones gastronómicas y recetas, con las que se hacen la boca agua y hay que evitar consultar a ciertas horas.
Entre las cuentas foodies más famosas hay de dos tipos, aquellas que recomiendan establecimientos, y los perfiles que te indican el paso a paso de las recetas. La gaditana Mery García, (@cocinaparatodos en Instagram), encabeza la lista de 'influencers' españoles que marcan el pulso gastronómico (según la lista Forbes), en la que también encontramos a Elías Dosunmu (@eliasdosunmu) Marta Sanahuja (@deliciousmartha en Instagram).
En el lado de los comilones, y prescriptores de bares y restaurantes, nos topamos con verdaderos profesionales en esta materia. Aquellos que les gusta comer bien, saben dónde hacerlo y cómo contarlo.
Entre ellos tenemos a 'Mister Espeto' en Málaga (@misterespeto en Instagram), 'Estrellas sin michelín' (@estrellasinmichelin) o, 'Que no me la den con queso' (@quenomeladenconqueso). En esta línea, a los más golosos, les gustará ver este ránking de los 10 platos más populares de Instagram (uno español) y dónde probarlos.
Como ningún asunto está exento de polémicas, no podemos dejar de mencionar en este apartado al controvertido Carlos Ríos, (@carlosriosq en la aplicación) famoso por abanderar el movimiento gastronómico 'real fooding' o la comida real y por sus denuncias públicas a ciertas cadenas de supermercados.
2014 - La era del postureo y los 'selfies'
El 'Postureo', según la RAE es «la actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción», y aunque todos lo entendemos como «comportamiento poco natural de una persona que se esfuerza por dar una imagen pública para conseguir la aprobación de otras personas».
Nadie tiene dudas de que Instagram es la aplicación reina de este comportamiento. Gran parte de su usuarios usan esta app para compartir fotos idílicas sobre las vacaciones, el amor en pareja, los planes con amigos y las comilonas más apetecibles. Aunque luego en sus círculos cercanos se sepa que «no es oro todo lo que reluce». No hay más que teclear el hashtag #Postureo o #postureoespañol para ver miles de ejemplos sobre ello.
Como hemos dicho al principio, ha sido el propio usuario el que ha modificado el fin de esta red social, usándolo como se hacía antes con Facebook. Aunque la dinámica es la misma, los usuarios comparten su contenido para conseguir 'Likes' o 'Me gustas' y recibir comentarios.
La realidad es que se ha extendido en la sociedad, sobre todo entre la gente más joven, un fuego difícil de apagar: si no se publica no ha existido nunca. Todo, absolutamente todo, tiene que retratarse y exhibirse en público. Si no nadie se lo creerá: la generación que mata por un «selfie».
Esto no puede convertirse en una guerra ni en una competición. De nuevo sale a debate la salud mental, pues quien tenga carencias en su autoestima puede verse afectado porque sus vacaciones, su físico, sus hogares o incluso lo que comen, no es de la categoría de lo que triunfa en la app. Por ello, hay que tener claro que Instagram es una cosa, y la vida real (en muchas ocasiones) algo totalmente distinto.
2016 - Influencers y negocios
Arrasan en likes, tienen millones de seguidores, sus consejos o recomendaciones llegan a miles de espectadores diarios, generan debate y resultan una verdadera influencia.
Son los 'influencers', creadores de contenidos que de una forma natural tratan de conectar a las marcas o a la suya propia, con su público objetivo, a través de las redes sociales u otros canales de comunicación. Son expertos en algún sector en concreto y gozan de una alta popularidad en alguna red social, ya sea en Instagram, YouTube, Twich o TikTok. Y lo más sorprendente y a lo que nos hemos acostumbrado: ese modo de vida es su negocio, su manera de ganarse la vida. La prestigiosa revista Forbes ha vuelto a publicar la lista de los más destacados del año en los que elige a los 75 mejores de España. Todos generan contenido de calidad y son capaces de influir en los hábitos de sus seguidores. Un ejemplo claro, es la sevillana Rocío Osorno.
Aunque todo tiene una cara B. Acudir a festivales, comer o viajar gratis no son ya las únicas maneras de sacar tajada para los reyes de las redes sociales, que han hecho del escándalo otra forma de lograr más repercusión y dinero. Venden su vida a cambio de la audiencia que generan y en ocasiones les juega malas pasadas, de nuevo «no es oro todo lo que reluce». Aquí podemos ver casos recientes de ello.
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Los jóvenes dan por hecho que las personalidades de Internet venden productos, pero no se preguntan por las consecuencias que eso puede tener, sobre todo en personas más vulnerables.
2019 - Reels, vídeos y clips musicales
No todo lo que sucede en Instagram es un éxito, desde 2019 lo intenta con este tipo de vídeos, pero es algo en lo que encuentra un gran competidor, sobre todo entre la población más joven, y es TikTok. Instagram no está consiguiendo acercarse a ella en su intento de popularizar los vídeos verticales llamados Reels, importados por la herramienta propiedad de Meta directamente desde la plataforma china.
Después de que cientos de miles de usuarios de Instagram se quejasen de la apuesta de la empresa por primar cada vez más el contenido en vídeo sobre la fotografía, Adam Mosseri, director ejecutivo de la aplicación, ha anunciado la decisión de pausar algunos cambios.
2020 - La pandemia y los fuegos
Una de las últimas utilidades que destacamos, pero no menos interesante, es la evolución que ha tomado esta red social que es la que más se enmarca dentro de 'social' (si lo queremos tratar de manera liviana). Este fenómeno quizás se ha visto propiciado y acentuado por la pandemia, durante la cual hemos estado confinados meses y meses, y con la única manera de contactar con la gente que a través del teléfono móvil.
De un tiempo a esta parte, aunque existen aplicaciones directamente dedicadas a ello, como Tinder, Instagram ha cogido fuerza como vía para conocer y poner en contacto a personas, para ligar. Durante el 2020 y parte de 2021, el Covid-19 ha cambiado muchas cosas y entre ellas está la forma de flirtear. Lo de que alguien se nos acercase en la barra de un bar estaba completamente descartado.
Por ello, quien pudo y quiso tuvo mucho tiempo para dedicase a ver fotografías de estos perfiles, enviar reacciones, comentarios y, en definitiva, ligar por esta red social. Es más, en internet hay contenidos que te ayudan incluso a hacerlo. Hay todo un lenguaje de iconos, likes, comentarios e interacciones como los 'fuegos' que sirven para indicar que una persona te interesa. Se trata de lanzar una de ellas y esperar ser recompensado de vuelta.
Lara Ferreiro, psicóloga y sexóloga, encuentra muchas ventajas en el hecho de encontrar el amor por esta aplicación, aunque también varias desventajas que ponen en tela de juicio cualquier confianza que nos puedan dar estos espacios online.
2021 - los filtros, la otra polémica de Instagram
Una de las primeras polémicas que rodearon a Instagram es el uso de los filtros. Antes de la existencia de Instagram, modificar ciertos atributos de una foto o retocarlas de alguna manera para mejorarla sólo estaba a mano de unos pocos, aquellos que sabían usar Photoshop, Gimp, o algún otro editor de fotos profesional. Pero con la llegada de Instagram el retoque está al alcance de todos, lo que abrió el debate y la polémica.
Este asunto ha acompañado a esta red social hasta el día de hoy, tal que así que esta misma semana Iñigo Errejón, portavoz en el Congreso por Más País, ha propuesto que el Gobierno obligue a Instagram a identificar las fotos retocadas, con el objetivo de proteger la salud mental de los jóvenes, especialmente de las adolescentes. «Cuando acceden a las redes sociales se encuentran con imágenes que han sido retocadas para reflejar cuerpos normativos, pero que son irreales», aseguraba el político. Y no hay más que darse una vuelta por esta red social para comprobar el exceso de filtros y manipulaciones que se aplican a la mayoría de las fotos compartidas. Ante eso, la malagueña Marina Llorca, (con más de 274.381 seguidores en Instagram), se dedica a defender los cuerpo reales y cambiar el concepto de 'cuerpo normativo' que se difunde en gran medida por la existencia de Instagram.
Este asunto no es baladí, está comprobado que el uso de la tecnología, el mal uso, puede afectar negativamente a la salud mental de las personas. Aunque, en principio, lo de tener, literalmente, el mundo entero a un 'clic' de distancia es fascinante, pero también hay que saber gestionarlo para que no sea perjudicial.
La imagen de perfección, proyectada por la mayoría de usuarios que pululan por esta red social, especialmente los 'influencers' con sus filtros y selección de contenidos, es una de los apartados más negativos de esta red social. «Sentía que mi imagen estaba deteriorada. Adopté estándares corporales poco realistas, y eso me llevó a caer en otros problemas de forma eventual, como un trastorno alimentario causado directamente por los algoritmos de estas aplicaciones, que premian aquellas fotos y vídeos que resultan dañinos para los más jóvenes», aseguraba a este periódico Emma Lembke, que sufrió depresión y un trastorno alimenticio, y que ahora, ha creado un movimiento para evitar que otros jóvenes pasen lo mismo.
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