El descalabro de Twitter: la 'app' ya no cuesta ni un tercio de lo que Elon Musk pagó por ella

Efectivamente, desde que Elon Musk llegó a la propiedad de la compañía, el negocio de la aplicación ha ido de mal en peor. Especialmente, el más importante que tiene cualquier red social que se precie: el publicitario, el mismo que, anteriormente, representaba el 90% de los ingresos de la empresa. La mano blanda de Elon Musk en moderación de contenido provocó que muchas empresas comenzasen a reducir su inversión en la plataforma del pajarito apenas unos días después de que el magnate se hiciese con la propiedad.

De los 100 principales anunciantes que tenía Twitter antes de que Musk comprara la compañía, 37 no han invertido un euro en la plataforma durante los últimos seis meses, según la firma de análisis de mercado Sensor Tower. Mientras tanto, 24 marcas redujeron su gasto promedio mensual en publicidad en la red social en un 80% o más.

Elon Musk ha intentado mejorar la situación económica de la aplicación reduciendo drásticamente la plantilla. También ha potenciado el servicio de suscripción Twitter Blue, que permite a los usuarios acceder a funcionalidades exclusivas, entre ellas la posibilidad de lucir el signo azul de verificación en su cuenta, a cambio de un pago mensual. Por el momento, con resultados bastante pobres.

El propio Musk reconoció recientemente en una entrevista con 'BBC' que los meses que ha pasado al frente de la empresa «han sido muy estresantes». También apuntó que espera que el balance del negocio sea «positivo» en los próximos meses.

Sea como fuere, la caída en picado del negocio, sumado a sus obligaciones en otras empresas de sus propiedad, como Tesla y SpaceX, provocaron que el magnate acabase dejando su cargo como director ejecutivo de Twitter para contratar, en su lugar, a Linda Yaccarino, profesional del mundo de la publicidad muy bien valorada entre los grandes anunciantes de Estados Unidos.