Los cinco errores de Elon Musk: cómo el magnate ha conducido a Twitter a su momento más difícil
El magnate ha dejado la red social con la mitad de trabajadores y ha puesto en aprietos la principal fuente de negocio de la aplicación
Elon Musk acaba con los despidos en Twitter y comenzará a contratar nuevos empleados
R. Alonso
Madrid
El primer mes de Elon Musk al frente de Twitter ha sido de todo menos tranquilo. Desde que el magnate entró en las oficinas de la red social con un lavabo en las manos, la empresa ha perdido a más de la ... mitad de sus trabajadores, ha ahuyentado a los anunciantes y ha provocado el caos en el interior de la aplicación otorgando a cualquiera dispuesto a pagar ocho euros al mes la insignia reservada en el pasado a las cuentas verificadas.
Consultados por ABC, varios expertos en redes sociales apuntan a que el ejecutivo y hombre más rico del mundo ha cometido varios errores que han llevado a la red social, que prácticamente (sobre)vive sumida en el caos, al momento más delicado de su historia. A continuación, recogemos algunos de los más importantes.
El primero, comprar la 'app'
Twitter es una red social que ha arrastrado pérdidas casi constantes durante los últimos diez años. No se trataba, ni de lejos, de una aplicación apetecible desde el punto de vista comercial. Por eso, en su momento, cuando se supo que el magnate iba a pagar 44.000 millones de dólares, encontrar una justificación al movimiento resultaba tan difícil.
Varios medios estadounidenses apuntaban pocos días después de que se anunciase el movimiento que toda la operación había nacido de la más absoluta improvisación. No había un plan maestro detrás. Posiblemente esa fue la razón por la que, apenas un mes después de anunciar el trato, el magnate comenzó a intentar dar marcha atrás con el trato y lavarse las manos.
Twitter no es Tesla...
Los despidos indiscriminados no son una novedad en las empresas bajo el mando de Musk. El magnate ya ha recurrido a este procedimiento en varias ocasiones en otras empresas de su propiedad, como Tesla. El problema es que las salidas indiscriminadas en una red social pueden afectar gravemente al funcionamiento de la herramienta.
Durante los últimos días los usuarios de la aplicación, que cuenta con un tercio de los trabajadores que tenía a inicios de noviembre, han reportado varios fallos importantes. La herramienta incluso está siendo incapaz de contrarrestar debidamente las publicaciones que van en contra de su normativa.
Y los trabajadores tampoco son los mismos
Y si Twitter no es Tesla, los empleados de las dos empresas tampoco están acostumbrados a las mismas condiciones laborales. La pasada primavera Musk ya despidió a varios empleados de SpaceX por criticarle en una carta abierta, algo que el ejecutivo ha vuelto a hacer recientemente en Twitter.
La semana pasada el magnate le lanzó un pulso a los trabajadores de la red social en el que los invitaba a abandonar la empresa con tres meses de sueldo en caso de que no estuviesen interesados en adaptarse a su forma de trabajar.
En concreto, el empresario quería que los empleados renunciasen al teletrabajo y comenzasen a pasar 40 horas semanales trabajando a «alta intensidad» en las oficinas de la 'app'. Después del ultimátum, unos mil empleados -acostumbrados a operar con una libertad casi absoluta- optaron por dejar la compañía.
En conversación con ABC, Fernando Checa, profesor de Comunicación de la Universidad Internacional de La Rioja y experto en redes sociales, explica que, al final, «lo que ha estado ocurriendo estas semanas es un disparate a nivel de gestión. Las redes sociales tienen una cultura corporativa bastante diferente al de otras empresas tecnológicas. La sensación es de que está tomando muchas decisiones por capricho».
«Ha habido un choque de culturas muy bestia. Ha faltado una visión clara de hacia donde vamos. Todo está siendo completamente errático. La sensación es de que no se está yendo a ningún sitio», explica sobre la dirección de Musk Ferran Lalueza, profesor de Comunicación en la Universidad Oberta de Cataluña.
Verificación para todos
Posiblemente, el error más evidente entre todos los que ha cometido Elon Musk. Su apuesta por poner a la venta el sistema de verificación de Twitter, permitiendo que cualquiera que pague ocho dólares mensuales pueda tener una cuenta autentificada, provocó una avalancha de cuentas falsas en la red social hace apenas una semana.
El magnate, que está empeñado en conseguir que Twitter se convierta en una empresa solvente, se vio obligado a a parar el experimento. Actualmente se desconoce cuando retornará al sitio, según afirmó hace escasas horas el propio empresario.
Adiós a los anunciantes
Las pruebas con el sistema de verificación sumadas al dudoso interés del nuevo Twitter en moderar el contenido que los usuarios vierten en su interior ha provocado que varias marcas hayan decidido parar de invertir en publicidad en la red social, entre ellas, varias firmas automovilísticas, como General Motors, debido a la competencia con Tesla. Cabe recordar que, precisamente, los anuncios representan 90% de los ingresos generados por Twitter.
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Algunas de las agencias de publicidad más importantes, además, han reconocido a las compañías a las que ofrecen servicio que dejen de hacer negocio en la red social. Varias compañías de este tipo reconocían recientemente a ABC que el sitio del pajarito está muy lejos de ser tan interesante como otras aplicaciones, como Instagram o TikTok, a la hora de realizar campañas de anuncios.
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