Todo sobre el yate volador de lujo que funciona con helio

Actualmente, Lazzarini es uno de los estudios más punteros , y aunque durante los meses pasados han presentado creaciones cargadas de originalidad, en esta ocasión se han superado con Air Yacht , un híbrido entre trimarán y zepelín que funciona utilizando helio y que permite tanto volar como navegar.

Este diseño se basa en la tecnología de los zepelines que permite una gran capacidad con una producción de CO₂ mínima, un concepto muy en boga en la industria aeronáutica en los últimos tiempos que se han encargado de relanzar de una forma repleta de lujo. Dicho aeroplano posee un cuerpo de 80 metros de eslora y se encuentra rodeado por dos zepelines de 150 metros cada uno a babor y estribor.

Estos dos ‘globos flotantes’ se dividen en colmenas que almacenan gas helio que le permite moverse con bastante autonomía. Cuando está en vuelo, el helio comprimido se libera y puede proporcionar suficiente propulsión para viajes de hasta 48 horas a 60 nudos (unos 100km/hora) mientras que cuando navega por el agua, el Air Yacht lleva una velocidad de 5 nudos, como si se tratase de un hidroavión. El motivo por el que no navega a más velocidad reside en los materiales, demasiado ligeros para afrontar grandes distancias en el mar.

Tal y como explican desde el estudio, este trimarán está planteado para estar más tiempo en el cielo que en alta mar , de hecho contemplan su contacto con el agua para que los integrantes se pequen un chapuzón durante el trayecto. «Con el Air Yacht, hay una manera de navegar por el cielo sin que las emisiones dañen el futuro gracias a esta opción más ecológica», puntualizan.

Dejando a un lado sus habilidades técnicas, el diseño merece una mención especial, una mezcla a medio camino entre la vanguardia y el futurismo donde cada detalle está pensado para que irradie lujo. En la parte central se encuentran las zonas comunes, las cabinas de la tripulación y el camarote principal además de un helipuerto y piscina en la parte superior. En cada zepelín posee cinco camarotes con vistas y una cubierta exterior para poder disfrutar del trayecto al máximo.

Por ahora se trata solo de un concepto que busca un inversor que se encargue de hacerlo posible, pero de lo que no hay duda es que solo unos pocos privilegiados podrían asumir un coste semejante, porque aunque no se ha especificado el precio de su producción, de lo que no hay duda es que precisamente económico no será.