Planes en Menorca para disfrutar de su esencia mediterránea

Lazareto Music & Gastro Festival

Música, gastronomía y ocio sostenible en un enclave idílico al que solo se puede acceder por mar. Quienes busquen un plan inolvidable tienen en la primera edición del al mejor exponente para lograrlo. La isla menorquina de Lazareto abre sus puertas por primera vez al público con este formato (un aforo máximo de 2.500 personas) del 28 de julio al 6 de agosto. A este enclave idílico se accede tras un paseo en barco desde el puerto de Mahón, en Menorca.

Un total de 10 conciertos, con nombres icónicos de la música de ayer y de hoy (con un mix fusión entre revival de tintes ochenteros con grandes iconos de la industria) como Ana Torroja, Los Secretos, Nacha Pop, UB 40, Ara Malikian, Antonio Carmona, David Otero o Kool & The Gang comparten cartel con chefs de primer nivel como son Paco Roncero y Diego Guerrero, cada uno de ellos con dos estrellas Michelin. Ambos chefs llevarán su talento y sus sabrosas creaciones a Lazareto a través de dos menús degustación que podrán disfrutarse justo antes de los conciertos si se reserva previamente (puede hacerse la ).

Barceló Nura, un lugar para ser y estar

Ubicado en la Costa Sur de Menorca, a escasos metros de las playas de Punta Prima y Mahón, el diseño del hotel Barceló Nura está inspirado en la naturaleza y la tradición menorquinas. Su enclave es perfecto para desconectar y entregarse al autocuidado, mientras se disfruta del clima, el paisaje y la gastronomía mediterráneos. Su proyecto culinario está diseñado por el chef italiano Marco Jacoby que combina una experiencia de calidad y de cercanía con matices de las cocinas nikkei, italiana, griega y argentina fruto de su amplia trayectoria multicultural. En su propuesta cobran especial importancia los productos típicos de Menorca como el cordero menorquín, el queso mahonés o el cabracho.

Cristine Bedford, un hotel con encanto

Localizado en un edificio del centro histórico de Mahón, este hotel boutique nació de la ilusión por compartir un universo muy personal de Cristine Bedfor en el que se cuida cada detalle. Con el blanco balear como base, el interiorista Lorenzo Castillo creó un hotel en el que se respira mediterráneo gracias al juego de sus telas, luces, detalles, colores, y un aire juvenil que ha conseguido mezclando piezas de estilos y épocas diferentes. La mayoría de estas piezas, que combinan a la perfección con la arquitectura, los materiales y la artesanía de Menorca, fueron conseguidas en anticuarios de España, Inglaterra y Francia con una historia propia. El concepto gastronómico viene de la mano de Ses Forquilles, que se apoya en el producto local, pero también en la cocina Mediterránea.

Casa Migjorn, espacio único y centenario

En el sur de la isla, justo en el centro de Es Migjorn Gran (conocido anteriormente como San Cristóbal) y entre Ciudadela y Mahón, se encuentra esta propiedad con encanto que data de 1769. De todas las Baleares es la zona más rica en monumentos megalíticos, con una densidad de cinco vestigios prehistóricos por kilómetro cuadrado. En las cercanías se encuentra la grandiosa Cova des Colom, de las proporciones de una catedral, o el colosal talayote de Sant Agustí Vell, cuya cámara es de una particularidad única en la arqueología. Las cercanas playas de Santo Tomás y Binigaus son también de obligada visita y están a tan solo diez minutos de esta propiedad.

Fontenille, el escondite secreto

Despertar en esta antigua granja de piedra, rodeados del olor del tomillo, es un sueño. Frédéric Biousse y Guillaume Foucher dirigen esta joya del agroturismo, donde crecen un viñedo, plantas aromáticas, olivos, naranjos y limoneros y un huerto ecológico que cuidan con esmero. La apetecible terraza de Fontenille evoluciona a lo largo del día: desde el amanecer hasta el cielo estrellado, es el lugar perfecto para la desconexión. Sus jardines, una verdadera obra de orfebrería, tienen de particular que emplean un antiguo sistema de riego del siglo XVIII, fecha de la que datan. La cocina sana, sabrosa y mineral que ofrece su chef, a imagen y semejanzadel entorno, se nutre de su propio huerto en Santa Ponsa y de distintos productores locales. Según la temporada y la inspiración del chef, flores y miel se mezclan en los platos. Y una avanzadilla: Relais & Châteaux Fontenille Menorca elabora su propia miel, además del vino y los aceites esenciales.