SUBASTAS

Vendido el polvo lunar que trajo el Apolo 11 por 477.000 euros

La compañía Bonhams ha sido la encargada de lanzar al mercado esta muestra, que ha sido adquirida por un comprador anónimo, en una subasta con temática espacial

Todo lo que hay que saber del polvo lunar subastado por Bonhams © Bonhams

Cuando Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collin aterrizaron el Apolo 11 en la luna, en julio de 1969, no solo pasaron a formar parte de la historia, sino que, además, recogieron muestras de polvo lunar sin saber que estas se verían envueltas ... en un truculento proceso de disputas judiciales y que cinco décadas después serían subastadas por la casa Bonhams en Nueva York.

La historia de estas piedras lunares ha estado desde sus inicios envuelta en polémicas. Pese a tratarse de unas piezas de gran valor para la ciencia y la humanidad, estas salieron de la NASA para acabar en manos de propietarios particulares. En primer lugar, la institución decidió ceder el polvo lunar para su custodia al museo espacial Cosmosphere en Hutchinson, Kansas, pero el entonces director, Max Ary, acabó arrestado por subastar ilegalmente algunos artículos espaciales entre los que se encontraban estas muestras.

Imagen de la bolsa que contenía el polvo lunar © Bonhams

Posteriormente el Cuerpo de Alguaciles de EE.UU. incautó parte de estos objetos robados, incluida la muestra en cuestión, pero acabó siendo vendida de nuevo por apenas 995 dólares (unos 943 euros al cambio) a Nancy Lee Carlson , abogada y amante de la geología. Para comprobar su autenticidad, Carlson decidió llevar la muestra a la NASA quienes al confirmar que se trataba de la original se negaron a devolverla alegando que era propiedad del gobierno de EE.UU. y que debía estar expuesto y no en manos privadas. Esta negativa hizo que se comenzara un proceso legal para determinar quién era el propietario real. Finalmente, el juez dictaminó que la compra había sido totalmente legal y que por tanto la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio debía devolvérsela a su propietaria.

Piezas de metal con polvo lunar encima © Bonhams

Así pues, la abogada decidió subastar la muestra en 2017 a través de Sotheby’s. Como había imaginado cuando lo adquirió, este producto alcanzó una cifra bastante alta, en concreto 1,8 millones de dólares (1,7 millones de euros al cambio) . Pero, la historia no se queda ahí.

Al examinar la muestra, la NASA se quedó con una parte de ella. Cuando Carlson se enteró de esto volvió a denunciarlo y salió, de nuevo, victoriosa. Recuperado el contenido decidió ponerlo de nuevo a la venta, esta vez de manos de la casa Bonhams quien estimaba su valor de venta entre 800.000 dólares y 1,2 millones de dólares (entre 760.000 euros y 1,14 millones de euros) . Finalmente, las cinco piezas de metal con polvo lunar encima se quedaron lejos de alcanzar esa cifra y se vendieron por 504.375 dólares (unos 477.000 euros al cambio) . Desde la casa de subastas aseguran que parte de la recaudación se destinará a organizaciones benéficas científicas.

En esta misma subasta también salieron a la venta un fragmento del Spuntnik I, el primer satélite que la Unión Soviética puso en órbita terrestre en 1957, y un mapa de la luna firmado por 15 astronautas, incluidos Armstrong y Buzz Aldrin.

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