Frutas de invierno: placer a mordiscos

Naranja, almacén de sol

Originaria de China, la naranja llegó a Arabia en el siglo IX. Empezó a cultivarse en Sicilia en el siglo XI y en Sevilla, un siglo más tarde. Además de vitamina C, la naranja es rica en fósforo, hierro, potasio, sodio, magnesio y vitamina D, teniendo fama de ser el fruto que más sol es capaz de almacenar.

Existe la naranja amarga , la primera en llegar a Europa, generalmente empleada en la confitería; la dulce y la sanguina , una variedad de pulpa roja y sabor ligeramente amargo. La naranja es, como los demás cítricos, un ingrediente muy versátil en la cocina. Lo demuestra Citrus , un recetario de reciente publicación que recopila 170 recetas a base de esta joya invernal.

Chirimoya, dulzor en blanco y negro

Dulce, entre el sabor de la piña y el del plátano, aromática y seductora. Un caramelo natural . La chirimoya es un fruto tropical originario de América Latina –al parecer, concretamente de Perú– que se cultiva con éxito en la Costa Tropical de Granada. Es más, hasta cuenta con su propia denominación de origen protegido.

Desde el punto de vista nutricional, la chirimoya es un tesoro , siendo rica en calorías, azúcares, proteínas, calcio, fosforo, hierro y vitamina C. Es muy nutritiva y hasta sus hojas y sus flores son olorosas. Eso sí, sus semillas negras, hasta treinta en una sola pieza de fruta, no se comen.

Manzana, la “señora” del invierno

Redonda y universal, la manzana es nativa del Asia Central y es rica en vitamina C (sobre todo la variedad Ribston Pippin), calcio, hierro y fósforo, entre otras cosas. Se cree que existen más de 80.000 variedades de este fruto, de las cuales se han clasificado más de 5.000.

En 1973 un australiano llamado John Cripps cruzó una Golden Delicious con una Lady Williams. A la “recién nacida” se la bautizó con el nombre de Pink Lady , inspirado en un cóctel que aparece en la novela The Cruel Sea de Nicholas Monsarrat. Cultivada en Francia, España e Italia, la Pink Lady es una variedad de manzana muy exclusiva. Desde la elección del terreno hasta los pausados tiempos de floración y recolección (octubre-noviembre), pasando por sus notas aromáticas de rosa y litchi y su color rosado, nada en el pedigrí de este fruto es casual.

Agatha Ruiz de la Prada en su día diseñó una bolsa para esta manzana. Para sus heladerías Rocambolesc , Jordi Roca ha elaborado en exclusiva dos gustos con esta variedad: el sorbete de manzana y el helado de manzana Pink Lady al horno con canela. Lo último en orden de llegada es un turrón de manzana, praliné de almendra y chocolate blanco ideado por la confitería catalana Tugues .

Caqui y caqui

El caqui es otro fruto exótico que se ha adaptado estupendamente en España. El caqui clásico , originario de China y Japón, tiene un aspecto parecido al de un gran tomate de color naranja. De pulpa blanda y gelatinosa, se come muy maduro con una cucharita, en zumos o en ensaladas.

El caqui Persimon es una variedad autóctona llamada Rojo Brillante, que se cultiva en la Ribera del Xúquer, en la Comunidad Valenciana. Se caracteriza por su pulpa firme y textura crujiente. Es un caqui no maduro, tratado en ausencia de oxígeno para minimizar la acción de los taninos, es decir, su astringencia. Se come en trozos, sin piel, como una manzana. El Kaki Ribera del Xúquer es una denominación de origen protegido. Un club selecto al que sólo pueden pertenecer los Persimon originales.

Pomelo, un tesoro agridulce

Es rico en vitaminas A, B, PP, C , en carotenoides antioxidantes, fósforo, calcio, hierro, potasio, magnesio, azufre, cloro, ácido fólico, cítrico y fórmico, agua y proteínas. Contiene muy pocos azúcares y es altamente digestivo. Hay más de un motivo para incluir el pomelo en nuestra dieta.

Empezar así el día es sin duda un gran lujo. Perteneciente a la gran familia de los cítricos, el pomelo tiene quizá un único defecto: su sabor moderadamente amargo . Sin embargo, hay varias tipologías de este fruto, siendo la amarilla menos dulce que las variedades rosas o rojas.

Piña, lujo exótico

Tesoro tropical por excelencia, la piña causó en Europa, allá por el siglo XV, casi tanta sensación como el descubrimiento del Nuevo Mundo. Por su peculiar forma, la piña se coló en las representaciones artísticas más dispares y en el siglo XVI se conservaba en azúcar para viajar hasta las mesas europeas como el más exótico de los lujos.

La “fiebre” por este fruto rico en vitamina C, fibra, hierro, potasio, calcio y fósforo se extendió luego a China, Filipinas y a la Isla de Java. Al parecer, a finales del siglo XVII, plantar piñas en invernaderos se convirtió en una excéntrica moda de la nobleza inglesa y las piñas cultivadas en Gran Bretaña se vendían en los mercados a precios desorbitados.

En la actualidad, la multinacional italiana GF Group , que se dedica a la importación y distribución de productos hortofrutícolas, comercializa bajo la marca Flli. Orsero piñas y bananas con calidad Extra Premium. Como novedad en el mundo de las delicatessen, la marca artesanal La Madre de Miren elabora una original mermelada con piña Orsero y azafrán DOP La Mancha . El tarro de 180 gr se puede adquirir por 5 euros en su página web y en tiendas especializadas.

Aroma y esencia “limited edition”: la bergamota

La bergamota es un cítrico de aroma seductor y una auténtica joya para la salud. La casi totalidad de la producción mundial de este fruto se concentra en una pequeña franja de tierra de Calabria, una región del sur de Italia. Un bien escaso, que con razón se ha ganado el apodo de “oro verde” .

Muy demandado desde siempre en la cosmética, la perfumería, la industria alimentaria y la confitería (es el ingrediente imprescindible del té Earl Grey), la bergamota es también una gran aliada contra el colesterol y cuida de la buena salud del corazón.

Se recolecta en invierno, es comestible, pero imposible de comer fresco. Mejor en zumo o en mermelada. Su esencia, que se extrae de la piel, es su bien más preciado. El origen de este fruto es misterioso: según algunos procedería de China, según otros de la ciudad canaria de Berga.

Kiwi, un concentrado de vitamina C

El kiwi llegó a Occidente desde Japón o, según algunos, desde China, a final del siglo XIX y durante un tiempo fue más apreciado como planta ornamental (sus flores son pequeñas rosas perfumadas y sus hojas son parecidas a la vid) que como fruto. A principios del siglo XX, aterrizó en Nueva Zelanda de donde ahora procede gran parte de la producción mundial de este fruto.

También llamado “grosella de China” , el kiwi es un concentrado de vitamina C, fibras, antioxidantes y, al parecer, puede utilizarse como bálsamo calmante para los labios. Aparte de la variedad clásica de pulpa verde brillante y sabor acidulado, existen variedades de kiwi más dulces o de pulpa amarilla y sabor tropical.

Mandarina, el cítrico perfecto

Dulce, perfumada, fácil de pelar y de comer. La mandarina es, por así decirlo, una versión perfeccionada de la naranja , quizá el más agradable de todos los cítricos. También es originaria de Asia y rica en vitamina A, C y del grupo B, magnesio, agua, potasio, calcio, sales minerales, entre otras cosas. Tiene fama de limpiar el organismo del plomo, una característica que le ha valido el apodo de fruta ecológica. Se come fresca, confitada o en mermelada.

LoRuSSo , una pequeña fábrica de mermeladas “limited edition”, elabora una mermelada bio de mandarina que se ha llevado la medalla de plata en la última edición del  World’s Original Marmalade Awards  en Inglaterra. Un tarro de cristal de 175 gr de este manjar supera los 6 euros. Eso sí, habrá que esperar enero para probarla, pues de momento está agotada.

Recibiendo el año nuevo con doce uvas

En España el nuevo año se recibe con doce uvas. No es de extrañar que las horas que preceden las campanadas, este fruto se convierta en un bien de lujo. Nativa del Cáucaso y mediterránea de adopción, la uva es el fruto perfecto para celebrar la vida . Es rica en agua y azúcares, además de potasio, calcio, fósforo, sodio, magnesio, vitaminas A, B y C y zinc, entre otros.

En el mundo hay centenares de variedades de este fruto, cuyos nombres nos suenan a algunos de los vinos más selectos del planeta. Lo dicho, el bocado perfecto para celebrar los nuevos inicios.