¿Dónde comer el mejor cruasán de España?

El galardon recayó sobre los fogones de Albert Roca , un prestigioso repostero catalán que nada tiene que ver con los archiconocidos hermanos Roca. Regenta la pastelería Sant Croi , un referente gastronómico ineludible.

Los méritos con los que el dulce ganador llegó a la cumbre de la reposteria a nivel nacional fueron, por un lado, su sabor (que puntuaba en un 40 sobre 100); por otro, su hojaldrado, su alveolado (los agujeros del interior de la masa), su color, su formato y el acabado del producto.

Las directrices del concurso prohibían terminantemente rellenos, ornamento y cualquier tipo de customización . Debían presentarse en su esencia más pura, sin artificos.

Los participantes debían entregar una docena de cruasanes de mantequilla, de cuerno recto o media luna, con un mínimo de tres vueltas, cocidos, y un peso tenía que oscilar 45 y 65 gramos por pieza.

Albert Roca presentó un conjunto perfecto de 12 cruasanes interpretados al estilo parisino : totalmente recto. La leyenda del cruasán, difiere diametralmente del estilo que presentó el catalán.

El cruasán nació en Viena en el S.XVII , fue el símbolo de la victoria patria ante los turcos: el ejército otomano invadía la ciudad de madrugada a través de túneles que habían excavado preciamente. Toda la cuidad dormía, menos los panaderos, que dieron la señal de alarma. Una vez vencido al enemigo, el gremio creó este postre en forma de media luna , el emblema de la bandera turca.