Vaqueros y zapatos negros, el combo elegante de la primavera

Quizá de primeras te choque la mezcla porque estamos acostumbrados a ver los primeros acompañados de zapatillas o botas y los segundos de trajes, pero basta con juntarlos para comprobar que efectivamente las piezas encajan cual puzzle. Al fin y al cabo, solo puede salir algo bueno de la unión de dos cosas que nos gustan, ¿no?

Hay multitud de pruebas del buen resultado que da este dúo estelar y esta primavera más que nunca. Los que más saben de moda han decidido convertirlo en casi un uniforme en las últimas semanas por motivos obvios: es accesible, es versátil y da lugar a un estilismo relajado con un puntito de elegancia capaz de adaptarse a todo.

La propuesta es tan simple como parece. No hay más que coger unos jeans y un par de zapatos para ponerla en práctica. Eso sí, si quieres seguir el modo de uso de los expertos has de tener varias cosas en cuenta a la hora de elegir ambos elementos. Sobre los primeros, lo que más a ver son los vaqueros de corte recto en azul lavado. Los tradicionales tejanos de los 90 completamente lisos serán infalibles, pero hay quien se ha animado a probar con modelos acampanados, con un poco más anchos y largos o con algún que otro roto y también han salido airosos. Lo que sí es fundamental es la elección del tono. Que estos pantalones sean claros es importante para que el contraste con el calzado sea el esperado.

En el terreno de los zapatos el color negro es lo único imprescindible por lo que también hay margen de maniobra. Aunque los tipo Oxford con cordones son los recomendados, atreverse con mocasines puede conllevar un gran desenlace, como también lo hará con sandalias oscuras cuando llegue el verano. Y ni siquiera debería hacer ni falta que te recordemos que con unos botines tipo Chelsea en la temporada otoño-invierno el éxito está asegurado. En todos los casos lograrás el mismo efecto, que no es otro que el de elevar de manera instantánea el look

Una vez hecha la elección de los jeans que mejor se adaptan a tus gustos y los zapatos que más cómodos te resultan, lo que quieras lucir con ellos en la parte superior corre ya por tu cuenta y riesgo.

Quienes quieran mantenerse en el equilibrio entre lo formal y lo desenfadado, lo mejor es una camisa blanca y una corbata aprovechando que esta última ha es tendencia como compañera de piezas denim.

Si no quieres arriesgar tanto, un polo negro a juego con el pantalón será la alternativa más conservadora pero con la que conseguirás igualmente un aprobado.

A medio camino está la mezcla con camisetas, sudaderas y otras prendas más informales, las cuales es preferible que sean discretas y nada extravagantes para que la alquimia resulte.

Sea como sea la alternativa que escojas, el margen de error es mínimo porque son básicos los que siempre entran en juego y se trata de la mejor excusa para dar un respiro a las zapatillas.