Prendas de montaña que también vas a llevar en la ciudad

María Aguirre

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23/11/2023
Actualizado a las 10:59h.

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Que la funcionalidad se ha convertido en algo clave para la moda desde la pandemia es algo que todos tenemos claro. Salvo en los pocos casos en los que la fantasía hace su aparición en determinadas tendencias, lo que prima en cada una de las fórmulas que van cobrando relevancia es que sean prácticas, cómodas y utilitarias. O dicho de otro modo, lo que ahora triunfa es aquello que en otros tiempos hubiéramos calificado como “antimoda”.

Y en medio de esta obsesión de la industria por las prendas y complementos que parecen ser a antítesis de la elegancia –véanse los joggers o los conocidos como ‘ugly shoes’– ha logrado triunfar la estética propia del mundo del trekking.

El bautizado como ‘gorpcore’ –cuyo nombre viene como referencia a la mezcla de frutos secos que los montañeros toman como snack durante sus salidas– es una realidad desde hace tiempo. La prueba es la cantidad de cortavientos, forros polares, pantalones cargo y botas de montaña que se pueden encontrar en las colecciones de firmas que ni siquiera están especializadas en la materia. Porque incluso quien no termina de encontrar como algo placentero hacer una ruta de senderismo ha terminado rindiéndose ante los looks de excursionista nivel experto. De hecho, hoy en día es casi más habitual ver a personas mejor equipadas con prendas elaboradas con tejidos técnicos andando por alguna calle céntrica de las principales ciudades antes que escalando alguna pared.

Por eso no hemos podido evitar poner el foco en todas esas piezas que, pese a haber sido concebidas para ser vistas para una jornada de hikking o de esquí, resultan verdaderamente atractivas para ser llevadas en el día a día. Marcas como Colmar, The North Face o Duvillard, entre otras, lanzan colecciones que a pesar de su origen técnico están pensadas para llevar en la ciudad. Elementos nada pretenciosos que perfectamente se pueden adaptar para su uso cotidiano porque con ellas se puede explotar el lado montañero sin necesidad de perderse por la naturaleza. Una manera de reivindicar una moda pragmática pensada para la aventura que prevalecerá aún cuando la tendencia pase.