El madrileño que tiene más de 700 Nike Jordan por valor de miles de euros
Hablamos con Alejandro Clemente, el empresario que ha logrado unir su pasión por las zapatillas con su negocio de hostelería
Zapatillas para vestir casual que te irán con todo
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Iniciar sesiónLa pasada primavera abrió en Madrid OGS (C/ de la Reina 9), un restaurante en el que poder disfrutar de las clásicas 'smash burgers' neoyorquinas en un entorno sorprendente. Porque lo curioso de este local no son solo sus adictivas hamburguesas, también ... lo son los más de 80 pares de zapatillas que se exhiben en él. «Nos parecía muy simple la idea de un restaurante solo con sillas e hilo musical, por eso decidimos jugárnosla y llevarlo un escalón más (…) utilizar una forma de 'smasheo' original junto a esas piezas con historia expuestas, generan una simbiosis única», explica a Summum Alejandro Clemente, el artífice de este negocio por el que no dejan de peregrinar los amantes de las sneakers. Un auténtico museo formado por algunas de las exclusivas piezas que este empresario ha ido recopilando durante más de treinta años hasta formar su colección de más de 700 deportivas.
Todo comenzó cuando tenía apenas siete años. «Iba de copiloto de camino a un partido con quien entonces era mi entrenador de baloncesto, Richie. En aquel momento él llevaba en los pies unas Jordan IV Fire Red. Era el año 1988. Tengo esa imagen grabada en mi memoria de forma nítida, recuerdo admirar las zapatillas y a la vez creer que era como una especie de zapatilla venida del espacio», recuerda Clemente, quien reconoce que no se olvida de ninguna de ellas que tanto deseaba entonces. El motivo es que, aunque su debilidad son las Air Jordan por su estética, lo que verdaderamente le mueve es «el contexto y la historia que creas con ellas puestas» y por eso es incapaz de elegir un único par como preferido: «Tengo muchos, en especial aquellos que utilicé el día del nacimiento de mis hijos por ejemplo, cuando firmé el contrato del restaurante, los que utilizo en los viajes familiares o he utilizado cuando he pinchado como Dj», admite el fundador de OGS.
Dejando a un lado el marco nostálgico, reconoce Clemente que guarda con especial cariño otras zapatillas icónicas que deseó durante mucho tiempo y finalmente pudo comprar porque, pese a que pueda parecer fácil conseguirlas, hacerse con muchas de ellas es altamente complicado. «Además de participar en cada 'raffle' posible para adquirir las piezas modernas, hemos viajado a otros países y visitado varios SneakerCons en Estados Unidos», cuenta Alejandro Clemente. «Casi nunca he ganado un raffle, por lo que detrás de mis pares hay mucha negociación. A veces es realmente frustrante, ya que lo que para ti se va a convertir en una pieza de tu colección que admirarás, cuidarás e incluso expondrás, para la otra parte es un simple beneficio, solo dinero, conseguidas muchas veces con un solo click», prosigue Clemente, quien afirma que ha llegado a estar durante horas esperando en colas a determinados lanzamientos.
Quizá por el esfuerzo que le ha costado poder presumir de semejante colección, Alejando no está dispuesto a renunciar a ella y afirma rotundo que nada de lo que está en OGS está en venta. Eso sí está dispuesto a echar una mano todos aquellos que deseen iniciarse en el mundo 'sneakerhead': «Desde hace unos meses me he convertido en asesor para algunos clientes que me lo demandan. Les asesoro en la compra de algunas piezas o les ayudo en la autenticación», dice.
El millonario hobbie de los sneakerheads
Fue a finales del siglo pasado cuando surgió en Estados Unidos el movimiento de los 'sneakerheads' después de que Michael Jordan, considerado icono mundial, lanzara su primer modelo de zapatillas de Nike bautizadas como Air Jordan en 1985. Contribuyó a la fiebre por este tipo de calzado el auge del movimiento hip-hop ya que ese ambiente hacía propicia la suma de nuevos diseños y, por tanto, de mayor cantidad de personas que estaban deseando atesorarlos en sus respectivos armarios. El propio Alejandro Clemente es consciente de la época que marcó un antes y un después en la fiebre por las zapatillas: «Participé en muchos de los movimientos que nacieron entre los 80 y 90, jugué al Basket, fui 'skater', seguidor de muchos grupos de música hip hop rock/punk heavy y gran amante de series como el Príncipe De Bel Air. Soy un privilegiado por haber vivido todas las etapas OG [versiones originales] de muchos movimientos desde los 90 y posteriores».
Esta corriente de poner en valor lo original y dar valor a la historia que hay detrás de cada pieza es lo que Alejandro Clemente reivindica al exponerlas en OGS. «Es increíble sentir cómo a los jóvenes se les genera una curiosidad y los de mi generación reviven historias que tenían guardadas en un baúl», dice el responsable del restaurante, quien afirma que a todo aquel que quiera conocer el origen de una determinada zapatilla se lo cuenta. «Hace poco un cliente de unos 20 años al ver uno de los vídeos musicales que proyectamos, nos preguntó que no entendía por qué lo habíamos incluido. Le explicamos que el mítico cantante de Pearl Jam, Eddie Vedder, en el concierto mítico que ofreció la banda en el MTV Unplugged en 1992, llevaba puestas unas Air Jordan VI. Las utilizó en muchos de los shows y conciertos hasta que las destrozó… Hace unos días recibí un mensaje por privado, dándome las gracias por haberle descubierto a unos artistas que jamás pensó que oiría y que ahora es súper fan», celebra Clemente.
Sin embargo, lo que surgió como un movimiento casi melancólico en Estados Unidos ha terminado siendo para muchos un auténtico negocio que les proporciona miles de euros. Por algunos pares se han llegado a pagar grandes cantidades de dinero y hay todo un mercado de valores que pone el foco en la exclusividad. «Las que quieres no puedes conseguirla en el 99% de las veces a su precio retail y tienes que acudir al aftermarket, plataformas o apps especializadas», argumenta Alejandro Clemente.
En cambio, no parece que estos impedimentos frenen en absoluto a los verdaderos fanáticos de las sneakers como él, quien por cierto tiene muy claro cuál le gustaría que fuera su siguiente compra aunque prefiere no dar pistas sobre ella. «Permíteme que no lo desvele, no quiero que me pujen por encima», bromea.
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Con semejante surtido de zapatillas puede que creas que elegir cuál ponerse a diario es complicado, pero no lo parece para Alejandro Clemente porque tiene perfectamente establecidas cuáles le gusta lucir y cuáles son simplemente para exhibir: «Hago una rotación semanal, utilizo varios días Jordan/Nike, 1 o 2 días por semana New Balance, Adidas y ASICS, sobre todo la línea de AwakeNY. Para smashear y cocinar las mejores 'smash burgers' posibles para nuestros clientes, uso siempre Jordan 1 Chicago y Jordan 1 UNC en esta temporada».
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