Todo lo que no deberías ponerte para ir a la playa
Caer en uno de estos errores puede tirar por tierra la buena reputación de tu estilo

Todavía queda mucho verano por delante y eso lleva implícito muchas cosas buenas pero también algún riesgo. Por ejemplo, el de dar la nota en clave de estilo cuando pises la playa. No pasa nada grave si lo haces, pero ¿no te parece mejor idea mantener el buen gusto también en vacaciones?
Piénsalo de esta forma: hay tanto look hortera a nuestro alrededor cuando huele a playa y verano, que es el contexto más proclive para destacar por el buen hacer en el vestir. Y no hace falta complicarse nada la vida para conseguirlo: más bien todo lo contrario. Basta con evitar algunos de los muchos estímulos “playeros” que nos rodean —Hola, camisetas de la NBA y camisas hawaianas fake que se repiten como los cromos— y no arriesgar más de la cuenta: en la moda playera masculina, menos es más.
Para poder aplicar esta máxima es necesario, por lo tanto, sin que sirva de precedente, tener una “ lista prohibida ” de prendas y combinaciones. En la playa, los límites son necesarios para “vestir bien”.
Esta lista es totalmente subjetiva, por supuesto, pero es la nuestra particular y por eso la compartimos contigo. Es abierta, de manera que puedes añadir algún detalle más que nos hayamos dejado en el tintero si lo deseas.
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Camisetas de equipos deportivos
Cada año lo repetimos… y no funciona. Derrick Rose ya hace tiempo que no juega en los Chicago Bulls, tú ya peinas canas por lo que estarías retirado si jugaras en los Lakers, y tienes dos ocasiones por semana durante 10 meses del año para lucir la camiseta oficial de tu equipo de fútbol. Dale un respiro en vacaciones…
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Zapatillas y calcetines
Todavía hay quien va a la playa con deportivas con calcetines. Con deportivas en general, a veces sin el complemento. Y una cosa es que te pille de paso y te apetezca mojarte los pies y no lleves las chanclas en la bolsa y otra es que aposta hayas decidido ir así a la playa. Si no te gusta el calzado abierto, busca un modelo cerrado deportivo que sea compatible con el agua y la arena —el tema de los mocasines y náuticos no se puede abordar en tres líneas—. Con deportivas, te cueces los pies, se llenan de arena que luego no hay nadie que pueda quitar y corres el riesgo de que se te estropeen en un despiste con el agua. Y no por llevarlas vas a ir más guapo. Evítalo.
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Bañadores desgastados o de una talla errónea
Los bañadores , más incluso que otras prendas, tienen un límite de uso . Se desgastan y se deterioran, y piensa que cuando los llevas no se ve más que eso, de modo que cada verano tienes que hacer “limpia y renovación” de tu ropa de baño y dejar solo aquellos que no solo estén en buenas condiciones, sino que te sigan quedando bien.
Lo mismo ocurre con la talla. A veces se dan de sí, y en otras ocasiones somos nosotros los que hemos dado de sí durante el invierno.
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Pantalones muy ajustados o vaqueros
Cuando no llevas el bañador puesto a la playa por el motivo que sea, o porque luces ropa de baño ajustada, es habitual llevar pantalón encima. No es lo habitual, pero hay quien lleva vaqueros o pantalón ajustados. Los primeros tienen un pase por su resistencia, pero pocos tejidos más eficientes que el denim para crear un invernadero entre ellos y la piel cuando el sol aprieta. Y qué decir de los pantalones ajustados en la playa, ¿puede haber algo más incómodo, caluroso y poco estiloso ? Unas bermudas o pantalones de lino o algodón (el denim, en formato short, tiene un pase también), de líneas naturales, es la elección correcta.
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Camisas formales
Si quieres llevar camisa a la playa estás en tu derecho o no tiene por qué ser un error si eliges los modelos y contextos adecuados para lucir esta prenda. Aquí le dedicamos unas líneas en exclusiva al tema hace poco, pero aprovechamos estas líneas para recordarte que existen multitud de opciones ligeras y veraniega s estilosas como para no llevar un modelo formal de esos que luces durante el año en la oficina.
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Accesorios de dudoso gusto
No sabíamos cómo bautizar esta última categoría de cosas prohibidas en la playa cuando hablamos de estilo. Es un saco muy amplio que tiene a los accesorios como protagonistas: no lleves accesorios de propaganda, tampoco que estén descoloridos (una riñonera nueva no vale tanto), ni te pongas todos a la vez como si fueras un árbol de navidad. Y, por supuesto, si te pones un sombrero, lo cual está fenomenal por salud y estilo personal, que sea de tu talla, no ese que tenéis en el trastero de la casa de la playa que pasa de dueño en dueño. No vamos a negar que es un recurso práctico, pero si tienes la cabeza grande es muy probable que te quede pequeño y es mejor que no califíquemos cómo queda un sombrero ratíquito…
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Ropa interior
En este último punto no vamos a enrollarnos excesivamente en el argumento porque ya lo hicimos aquí de manera extensa. Salvo que vayas a practicar surf con tus boardshorts shorts o tengas 19 años y estás en plena fase de prueba y error, la ropa interior debajo del bañador nunca es una buena idea .
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