¿Cómo afecta la edad a la posibilidad de hacerse un injerto capilar?

Como explica el doctor Daniel Ortega, tricóloco de la unidad de Tricología y Trasplante Capilar del Grupo Pedro Jaén, «la edad no es una contraindicación en sí misma para hacer una cirugía de trasplante capilar. De hecho, la edad media de realización de trasplantes es cada día más alta. Esto se debe a que los tratamientos médicos son cada vez más eficaces controlando las fases iniciales e intermedias de la alopecia androgénica. Sin embargo, sí hay pacientes que por la edad avanzada simplemente no son candidatos idóneos bien para tantas horas de cirugía bien porque tienen una alopecia tan avanzada que no es viable el trasplante. Pero es algo que hay que valorar individualmente en cada paciente».

Aunque el trasplante se puede realizar a cualquier edad, la doctora María del Carmen Soto, de Hospital Capilar, añade que a partir de los 65 años es necesario valorar la salud del paciente. «Es importante ver las patologías concomitantes que tenga el paciente, junto con la medicación que tenga prescrita, para que no haya interferencias con la evolución del trasplante capilar, y priorizar, ante todo, la salud del paciente». La experta advierte que no podrán realizarse un injerto capilar aquellos pacientes con patologías cardiacas que tengan prescrita una medicación anticoagulante imposible de retirar, pacientes con patologías oncológicas que estén en tratamiento y pacientes con patologías psiquiátricas.

Igual que la piel, el pelo también envejece, y no solo porque pierde su color y se vuelve grisáceo. El envejecimiento capilar afecta a la calidad del cabello que, con los años, se afina, pierde densidad y volumen y es más frágil. Todo ello sí puede determinar que el paciente sea un candidato idóneo a la cirugía o no lo sea, como comenta la doctora María del Carmen Soto. «A medida que la edad avanza, los folículos trasplantados son mucho más débiles y, por lo tanto, su sobrevida es menor. Además, cuanta más edad es más probable que tengan prescrita alguna medicación crónica que, en algunos casos, puede afectar al injerto. En sí, los resultados no son los mismos en una persona mayor que en una joven, fundamentalmente porque la respuesta a la medicación es menor y, por lo tanto, los folículos suelen ser más débiles. Aun así, los resultados son buenos y cubren las expectativas de los pacientes, siendo un resultado estético y natural».

Por su parte, el doctor Daniel Ortega añade que con la edad «la cicatrización puede ser peor o podemos tener que emplear tintes previos a la cirugía para visibilidad mejor el mismo a la hora de extraer e implantar el pelo. Pero ante un caso bien seleccionado, no encontramos diferencias significativas en resultados con la técnica FUE (extracción pelo a pelo). La edad es algo que podía tener más influencia con la técnica previa popularmente conocida como técnica de la tira o FUSS. Ahí la agresión quirúrgica era mayor, pero es una técnica minoritaria hoy en día».

El doctor del Grupo Pedro Jaén matiza que no hay una edad óptima para realizarse un injerto. «Existe un candidato óptimo y hay factores más importantes como el tipo de alopecia a trasplantar, la calidad de la zona donante, la extensión de la zona receptora o que la alopecia esté estabilizada con un tratamiento médico adecuado».