Cómo dejarte crecer el bigote sin parecer un quinceañero

En el caso de las barbas, bien es sabido que desde hace varias temporadas se han vuelto inseparables en los looks de todos los alternativos y modernos; sin embargo, lo que más sorprende es el auge de los bigotes, que muchos reservaban solo para el mes de noviembre y su “Movember” y que ahora no pueden estar más de moda. El motivo probablemente resida en las últimas pasarelas y el street style, que de un modo bastante uniforme han impuesto una estética de aires vintage donde predominan los años setenta y ochenta con todo lo que conlleva.

Por muy elegante que pueda resultar, la problemática surge a la hora de dejarlo crecer , especialmente al principio, cuando el pelo apenas ha crecido y confiere un aire adolescente muy poco favorecedor. Esta transición no es nada fácil, y para hacerla más llevadera lo primero que hay que tener en mente es el resultado final que se desea conseguir, así nos lo cuenta Víctor Becerra, barbero en “Barbers Crack by Alberto Dugarte” , uno de los centros más prestigiosos de la capital. En primer lugar, diferencia entre diversos tipos de bigote que todo hombre debería conocer para poder elegir con criterio.

-Bigote cepillo o “Chaplin: corto, denso y estrecho.

- Imperial o mexicano: presenta los laterales y puntas alargados, cubre el labio de arriba y es muy denso.

- Francés: muy elegante, es corto, delgado con las extremidades hacia arriba muy suavizadas.

- Lápiz: se utiliza mucho en Latinoamérica, es el bigote delgado que va pegado al labio superior. Es fino y requiere un cuidado en la parte de arriba y los laterales para que el trazo recto quede muy marcado.

- Chino: de tipo herradura, muy largo y peinado hacia abajo.

- Inglés: de plena tendencia. No está excesivamente poblado, en las puntas se presenta largo y se hace una pequeña ondulación que le confieren un aire vintage.

- Bigote “renovado”: así califica a la modalidad que se encuentra en plena tendencia y que presenta aires vintage. Para Víctor es denso, corto -termina justo en los laterales de la boca- y grueso. Hacia las esquinas crea una caída triangular y debajo de la nariz queda una pequeña línea, no muy marcada, en donde los pelos no pisan el labio superior.

También hace hincapié en otros más dramáticos como el bigote Cantinflas, con un gran espacio en el centro; o el Dalí , siendo este último muy popular desde el éxito de “La Casa de Papel”.

Una vez hecha esta diferenciación nos cuenta que a la hora de elegir el tipo no solamente hay que tener en cuenta las facciones del rostro , sino la morfología de los labios. En el caso de los que los tienen finos aconseja las versiones más pobladas, que además acentuarán más los rasgos, mientras que si son más gruesos con los de tipo inglés se conseguirá un acabado muy recio.

Por otro lado, aconseja ser realistas con el tipo de vello que se posea y en función de eso decantarse por uno u otro . “No tiene sentido intentar conseguir un bigote de leñador cuando el pelo apenas crece, pero eso no significa que haya que renunciar a ello, simplemente adaptarlo”, e invita a consultar con el barbero para que haga más llevadera esta tarea.

Del mismo modo, incentiva a dejar que tenga una longitud de por lo menos un centímetro para poder darle forma sin problema, y si durante ese espacio de tiempo no se está muy satisfecho con el look, siempre queda la alternativa de recurrir a un tinte para que esté más marcado y así evitar parecer un quinceañero.

Igual que sucede con las barbas, el bigote debe estar siempre reluciente para que nos veamos impecables. “Tiene que lavarse muy bien, especialmente ahora, pero no solo eso, hay que secarlo muy bien o sino el cutis se reseca y puede presentar problemas de descamación o irritaciones”.

A la hora de peinarlos, resulta clave poseer todo tipo de fijadores y productos para hidratarlos . “En los casos que son muy densos recomiendo emplear un aceite para poder darle forma y que se vean más pulidos. No se trata de tener un bigote por estar a la moda, sino tener una idea de por qué se quiere y elegir el que mejor vaya con nuestros rasgos, estilo y personalidad”, concluye.