Acné corporal: todo lo que necesitas saber para combatirlo

El acné corporal es más habitual durante la adolescencia, pero los hombres con piel grasa o con una predisposición genética también pueden sufrirlo en la edad adulta. Aunque esos granitos no son tan visibles como los que aparecen en el rostro, conviene tratarlos para evitar que se infecten, y puedan convertirse en cicatrices.

El doctor Antonio Clemente Ruiz de Almirón, dermatólogo miembro del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV , nos explica que “se produce por causas similares al acné facial. En el acné influyen distintos factores, principalmente la actividad hormonal y la predisposición genética, pero también la falta de higiene , el sudor y el roce con ropa ajustada, el uso de cosméticos inadecuados, o incluso podemos ver reacciones acneiformes asociadas a fármacos como por ejemplo los esteroides”.

Por otra parte, la dermatóloga Mayte Truchuelo, del Instituto Dermatológico Vithas Internacional, hace referencia a un término del que cada vez se habla más, el microbioma de la piel. Según la experta “es el conjunto de bacterias que todos tenemos en la piel y que en patologías como el acné, se cree que habría una alteración en el porcentaje de ciertas cepas que favorecería el sobrecrecimiento de P. acnes, bacteria que participa en la inflamación de las lesiones de acné”.

Además de en el rostro, el doctor Antonio Clemente Ruiz de Almirón nos cuenta que “el acné puede aparecer en cualquier zona con glándulas sebáceas, es decir, principalmente en la espalda, el pecho y el cuello ”. Quizás el más habitual sea el acné en la espalda, que de hecho tiene hasta su propio nombre: ‘bacne’ (del inglés back y acne).

Es una zona que puede acumular sudor y que no es fácil de limpiar, dos factores que pueden desencadenar la aparición de los granos. Aunque la espalda se pasa gran parte del año cubierta, no conviene obviar el problema del acné, y lo ideal es consultar con un dermatólogo para que pueda valorarlo y aconsejar el mejor tratamiento.

La higiene en las pieles grasas es esencial, pero hay que elegir productos específicos que no incrementen la producción de sebo, uno de los factores que provoca el acné. Para ello el dermatólogo Ruiz de Almirón aconseja optar por “geles específicos para piel acneica (sebo reguladores), que disminuyan la producción sebácea y desobstruyan los poros”.

Respecto a la exfoliación, el doctor José Luis Ramírez Bellver, dermatólogo de Clínica Dermatológica Internacional, explica que “para casos de acné con predominio de comedones (puntos negros) una exfoliación suave en la ducha 1-2 veces a la semana es recomendable para ir haciendo un pequeño “peeling” de estas lesiones. Sin embargo, si predominan lesiones muy inflamatorias o pústulas, no conviene exfoliar porque puede irritar la piel, empeorar las lesiones e incluso dejar alguna cicatriz”.

A la hora de hidratar la piel, deberás utilizar cremas y lociones no comedogénicas y oil free, que evitarán taponar los poros y agravar tu acné. Y tampoco hay que olvidar la protección solar , sobre todo en verano, cuando vayas a estar expuesto al sol. En este caso, también tendrás que utilizar protectores solares oil free y no comedogénicos, para que no aporten más grasa a tu piel.

Evita manipular los granos siempre porque, según nos cuenta el doctor Pedro Rodríguez, dermatólogo de Clínica Dermatólogica Internacional , “se corre el riesgo de infectarlo o de romperlo en profundidad, con el problema de que puede dejar una cicatriz”.

Si tu piel es grasa o tienes cierta predisposición a sufrir acné, evita la ropa muy ajustada siempre que sea posible. Y, después de hacer deporte y sudar, dúchate para eliminar los restos.

Como te hemos comentado, es fundamental que acudas a un especialista para que valore tu caso, el origen y el mejor tratamiento para ti. El dermatólogo Antonio Clemente Ruiz de Almirón del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV nos explica que “en función de la gravedad y tipo de acné, se puede indicar un tratamiento tópico o por vía oral.

A nivel tópico se suelen usar el ácido salicílico, el peróxido de benzoilo, o retinoides, a veces en combinación con antibióticos tópicos. A nivel oral se pueden usar antibióticos orales específicos para el acné, como la doxiciclina o la minociclina, o bien isotretinoína”.