El Vaticano y los obispos alemanes acuerdan abrir un canal de diálogo sobre el sínodo alemán para evitar un cisma
«El cisma no es una opción. Somos católicos y queremos serlo de otra manera», asegura el presidente de la conferencia episcopal alemana
Georg Baetzing, presidente de los obispos alemanes, atendiendo a los medios antes de reunirse esta semana con la Curia vaticana
Durante una semana, los obispos alemanes han mantenido reuniones de trabajo con todos los departamentos del Vaticano, pero han dejado para el último día la cuestión más espinosa, la del «camino sinodal» que lanzaron en 2018 y comenzaron en 2019, y que incluso el ... Papa teme que se convierta en una deriva cismática. Este viernes mantuvieron una «encendida» reunión a puerta cerrada con altos cargos de la Curia vaticana «para reflexionar juntos», que concluyó con una «declaración conjunta».
«Para ninguno de los obispos el cisma es una opción. Somos católicos, seguimos siendo católicos, queremos seguir siendo una Iglesia sacramental y jerárquica, y queremos serlo de otra manera», explicó este sábado monseñor Georg Baetzing, presidente de los obispos alemanes. Lo del cisma «se dice desde fuera para meter miedo e intimidar. No se nos puede atribuir esta propuesta», añadió.
Sin embargo, hace menos de dos semanas, en referencia a la deriva que están tomando, el Papa avisó de que «Alemania tiene ya una gran y hermosa Iglesia Evangélica; yo no quisiera otra, que no será tan buena como esa; la quiero católica, a la manera católica». También entonces el Papa alertó del riesgo de caer en «discusiones eticistas, discusiones de coyuntura, de políticas eclesiásticas, de consecuencias teológicas, pero no del núcleo de la teología». «Si no hay encuentro con Jesucristo habrá un eticismo disfrazado de cristianismo», aseguró.
Bendición a parejas homosexuales
Lo cierto es que, en la última sesión del «camino sinodal», celebrada en septiembre, se aprobó dar la bendición a parejas homosexuales, recomendar al Papa que revise la doctrina sobre homosexualidad, y pedirle que «investigue» la posibilidad el extender el sacerdocio a las mujeres.
El tono de las propuestas contrasta con el tono de las conversaciones en el Vaticano. La principal novedad tras el encuentro con la curia romana, -en el que evitó participar el Papa Francisco, aunque a los obispos les habían informado de que sí que lo haría-, es que se abre un cauce de diálogo oficial con el Vaticano que permitirá afrontar las cuestiones con mayor serenidad y evitando el choque. El desafío ahora es concretar la modalidad.
La Santa Sede está preparando un documento en el que recoge los textos de las reuniones y sus propuestas, para que sea estudiado por representantes del sínodo –«especialmente los laicos»-, y no sólo por los obispos que estaban en Roma. Luego, se establecerá un modo para debatirlos, «por ejemplo una mesa redonda», explicó la secretaria general de los obispos alemanes, Beate Gilles. «Deben estar presentes los laicos, si no, no puedo imaginar el diálogo en el futuro», apuntó monseñor Baetzing. «Además, ahora también la Curia debe tener sus reflexiones», añadió.
Rechazan la «moratoria» solicitada por el Vaticano
«Regreso a Roma aliviado porque tanto nosotros como la Curia romana hemos mencionado lo que opinamos», subrayó el presidente de los obispos alemanes.
De hecho, en la reunión a puerta cerrada el cardenal Pietro Parolin fue bastante explícito pues citó «las preocupaciones que suscita el camino sinodal, señalando el riesgo de 'reformas de la Iglesia y no en la Iglesia'». Para ahuyentar el peligro de una deriva cismática, Parolin les recordó «el vínculo de comunión y amor que une a los obispos entre sí y con el Papa».
Como respuesta, el presidente de los obispos alemanes, Georg Baetzing, explicó que las propuestas de este «camino sinodal» son fruto de «escuchar a los católicos y el dolor por los abusos cometidos por miembros del clero». Expresó «la presión que los obispos sentimos en Alemania. En 2018 se publicó un informe sobre los abusos, que llevó a una pérdida de confianza hacia el clero, los obispos, el gobierno de la Iglesia. Intentamos responder a las cuestiones que plantean los católicos, para recuperar la confianza».
También a puerta cerrada, el cardenal Luis Ladaria, del dicasterio para la Doctrina de la Fe, presentó «las preocupaciones y reservas sobre la metodología, el contenido y las propuestas del camino sinodal alemán». El cardenal Marc Ouellet, del dicasterio de Obispos, propuso incluso «una moratoria del camino sinodal» y que se afronten las cuestiones en el «sínodo sobre la sinodalidad» que se está celebrando en toda la Iglesia, algo que los alemanes rechazaron contundentemente.
Pero además de constatar los puntos de desacuerdo, según la nota final, ambas partes subrayaron la voluntad de «continuar con la escucha mutua y el diálogo en los próximos meses, para contribuir al enriquecimiento del camino sinodal alemán y del Sínodo universal de la Iglesia» y «fomentar una mayor reflexión a la luz de las perplejidades surgidas».
Significa que tras esta visita, cambia el tono de la discusión, se establecen canales de diálogo, pero se mantienen sobre la mesa las propuestas y decisiones del «camino sinodal alemán».
En la rueda de prensa, el presidente de los obispos pidió no poner todas las cuestiones y propuestas al mismo nivel. «Una cosa es que una pareja de personas del mismo sexo pida una bendición para su vida en común, y otra solicitar una explicación sobre la negativa al sacerdocio femenino: los católicos lo preguntan, y en este contexto formulamos la pregunta al Vaticano, sabiendo que no podemos responderla», aseguró. Por otra parte, «yo, como obispo, no voy a privar de una bendición a quienes la piden para construir una relación de confianza». En estos casos, el Vaticano había solicitado bendecir a personas individuales, pero no a parejas homosexuales, para evitar que este gesto se confunda equivocadamente con una equiparación al matrimonio.
Camino Sinodal alemán
El «camino sinodal» alemán es diferente del Sínodo de obispos de la Iglesia católica. Se trata de un «proceso» que los prelados de este país lanzaron en 2018, para interrogarse sobre si hay situaciones sistémicas en la Iglesia que provocan o facilitan los abusos.
Desde diciembre de 2019 y hasta la próxima primavera, han reunido a 115 laicos y 115 obispos y sacerdotes, distribuidos por orden alfabético. Para aprobar las resoluciones, debían recibir dos tercios de apoyos de toda la asamblea, incluido al menos el apoyo de dos tercios de los 69 obispos.
Se han interrogado sobre cuatro grandes ámbitos: «Poder y separación de poderes en la Iglesia»; «Vivir el amor en la sexualidad y en las relaciones»; «La vida sacerdotal hoy»; y «Las mujeres en los ministerios y cargos de la Iglesia».
MÁS INFORMACIÓN
Los obispos alemanes lo hacen para dar un espacio real a los laicos en las cuestiones fundamentales de la Iglesia. Igual que los laicos han contribuido positivamente a resolver problemas financieros y de gestión en instituciones eclesiásticas, la propuesta es contar con ellos también para afrontar otras cuestiones de la Iglesia. El desafío es encontrar un modo adecuado, que no traicione las claves del mensaje cristiano, pues no tiene sentido someter la doctrina periódicamente a votación.