La sanidad privada alerta de que el modelo Muface está abocado a desaparecer

Actualmente, ha explicado Rus, alrededor del 75 por ciento de los funcionarios españoles apuestan por este modelo, para lo que se les retiene una cantidad de su sueldo con el que poder hacer frente a la cobertura sanitaria. Sin embargo, ha apuntado, el servicio está infrafinanciado. «Las compañías aseguradoras que acuden a este modelo tienen costes muy superiores a los ingresos, por eso hay cada vez menos que apuestan por él», sostiene el presidente de Aspe.

La patronal ha presentado este miércoles en rueda de prensa su decálogo de demandas para el gobierno que surja tras las elecciones del 23J. En este sentido, Rus ha destacado en papel que la sanidad privada ha tenido durante los momentos más duros de la pandemia de Covid-19. «Ha dado atención al 30% de pacientes que han necesitado hospitalización o UCI», ha puntualizado, remarcando que la colaboración ha sido «absolutamente esencial». Pero también ha afeado el trato que se le ha dado por parte del Gobierno. «Hemos visto una serie de acuerdos del Gobierno en los que se buscaba eliminar la colaboración público-privada donde al final se ha impuesto la ideología sobre la eficiencia», ha remarcado.

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Aspe propone diez medidas que el Ejecutivo que se forme tras el 23J tenga en cuenta para mejorar el servicio. Según las últimas estimaciones realizadas, en el 95 por ciento de hospitales privados faltan enfermeros, y en el 58% médicos, por lo que la patronal aboga por planificar mejor esa necesidad de recursos humanos a medio y largo plazo con la colaboración de los ámbitos público y privado, ha explicado por su parte Luis Mendicuti, secretario general de Aspe.

Otra de las medidas que sugiere la patronal es la re-especialización médica, es decir, que los médicos no tengan que presentarse de nuevo al examen MIR para cambiar de especialidad, sino que lo hagan completando la formación restante en un período de tiempo menor. También ve necesario consolidar el papel de los enfermeros, así como reforzar la formación de los Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería mediante un grado superior de Formación Profesional.

Por otro lado, la sanidad privada aboga también por impulsar la colaboración con la pública, con medidas como una toma de decisiones sobre asistencia sanitaria basada en objetivos de eficacia y aprovechamiento de recursos o la reducción de incompatibilidades de ejercicio de los profesionales que trabajan en ambos sistemas.

Asimismo, la patronal cree necesario establecer un marco de transparencia entre aseguradoras y prestadores de asistencia sanitaria o la regulación por escrito de las condiciones que vinculan a entidades aseguradoras y centros sanitarios.

«Nuestra apuesta para los próximos años es volver al crecimiento sostenible para salvaguardar la accesibilidad de usuario», ha expuesto Rus, pues durante la pandemia el fuerte incremento de personas que han acudido a la sanidad privada han provocado que también haya habido cierta saturación.