Robert Prevost, de monaguillo de un suburbio del sur de Chicago a convertirse en Papa

«Era bastante evidente que ese sería su camino», cuentan algunos antiguos compañeros de la escuela primaria al 'Chicago Sun Times'. El recién elegido Papa creció en la antigua parroquia de Santa María de la Asunción en el extremo sur de Chicago, donde asistió a la escuela primaria y ejerció como monaguillo.

Otros compañeros destacan que era «el más inteligente de la clase» y que, pese a no ser muy extrovertido, era bastante bromista y tenía un gran sentido del humor.

Su familia vivía en la ciudad vecina de Dolton, en una casa de ladrillo de 111 metros cuadrados que sus padres, Louis, superitendente de escuela, y Mildred, bibliotecaria, adquirieron en 1949.

Tras acabar sus estudios primarios, en lugar de seguir el camino de sus hermanos hacia Mendel, decidió continuar en el noviciado de la Orden de San Agustín en San Luis antes de graduarse en la Universidad de Villanova, cerca de Filadelfia, en 1977 con un título en matemáticas, según el citado medio.

Una vez graduado, comenzó su maestría en teología en la Unión Teológica Católica de Hyde Park mientras impartía clases de matemáticas a tiempo parcial en Mendel y, ocasionalmente, ejercía como profesor suplente de física en la escuela secundaria Santa Rita. Durante esta época oficiaba misa en su parroquia hasta que decidió partir como misionero para dedicarse a los pobres.

La mayor parte de su carrera la desarrolló fuera, principalmente en Perú, hasta la llamada de Francisco en 2023 para asumir responsabilidades en el Vaticano, sin saber que ese viaje sería el primer acercamiento hacia su actual papado.