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Reproches por su «falta de calor», reuniones sin motivo y llamadas al busca: cómo Elisa llevó al Supremo a definir el acoso sexual implícito

Confirman la sanción impuesta al exjefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Alcorcón por acechar a su subordinada durante dos años aunque no hubiese contacto carnal

El Supremo fija doctrina respecto al acoso sexual en el trabajo: puede ser explícito e implícito, continuo y «guiado por la libido»

La conducta ambigua, de aproximación sexual, puede ser tan sancionable como la física y evidente, dicen los jueces. Así ocurrió en el servicio médico donde trabajaban el denunciado y la denunciante abc
Érika Montañés

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Dos médicos residentes –el doctor S. y la doctora S.– testificaron en el juicio que dilucidaba si era correcta la sanción impuesta por el rector de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid a C.J.S. Él había sido denunciado por acoso ... sexual mientras era jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, que depende de esa universidad. Los dos residentes no titubearon y confirmaron el asedio que sufría Elisa (nombre ficticio para proteger a la víctima), médico del mismo servicio y subordinada de C.J.S.

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