Estas son las recetas de Estados Unidos para acabar con el abandono escolar que pueden aplicarse en España

La Encuesta de Población Activa (EPA) daba a conocer unos datos que, sin embargo, para el Ministerio de Educación no parecían ser tan malos: la tasa pasaba del 13,3% de 2021 al 13,9% en 2022. El departamento de Pilar Alegría le quitaba hierro al aumento de 0,6 puntos porcentuales con un comunicado titulado de la siguiente manera: «La tasa de abandono educativo temprano se mantiene estable con un 13,9% en 2022».

El texto atribuía la subida a un «reajuste» después de «dos años de pronunciada caída influida por la pandemia (1,2 y 2,7 puntos porcentuales en 2020 y 2021, respectivamente)». En cualquier caso, la posibilidad del reajuste o «corrección» también fue puesta sobre la mesa por los mismos expertos que dijeron que la tasa de abandono preocupaba. Es el caso de Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos.

El docente, sin embargo, también alerta ahora de la tasa de abandono de 2023. Si bien solo se conocen los datos preliminares el panorama podría ser igual de malo que en 2022. Así, la tasa de abandono educativo temprano en el primer trimestre de 2023 en España fue del 13,0% (en comparación con el 13,5% del primer trimestre de 2022) y del 13,7 % en el segundo trimestre (superior al 12,8 % del segundo trimestre de 2022). «En el primer trimestre de 2023 el dato fue mejor que en el primer trimestre del año anterior pero el dato del segundo trimestre de 2023 ha sido peor que el de 2022. En definitiva, en lo que va de año, la tasa de abandono en 2023 es muy similar a los dos primeros de 2022. Esperábamos que el dato de 2023 fuera mejor que el de 2022 y se acercara incluso al de 2021 pero de momento esto no está ocurriendo», advierte Sanz.

En cualquier caso, el 'partido' se dirimirá en el tercer trimestre. ¿Por qué? «En el caso de 2022 fue muy malo e influyó mucho en romper la tendencia decreciente; lo que ocurra este año depende mucho del tercer trimestre: si es tan malo como el del año pasado tendremos una tasa similar, es decir, también mala en 2023». El problema del año pasado no fue solo que somos el segundo país de la Unión Europea, solo por detrás de Rumanía con el peor dato sino que nos alejamos cada vez más del objetivo del 9 por ciento de la Unión Europa para el año 2030.

¿Cuáles son las 'recetas' para hacerle frente al abandono? «Los grupos donde hay mayor prevalencia de abandono necesitan medidas especificas: es el caso de la población inmigrante, los jóvenes de etnia gitana o aquellos que pertenecen a entornos vulnerables». Una medida que ha resultado funcionar «es contar con tutores y orientadores que hayan hecho FP superior o estudios universitariosy que sean del mismo colectivo que el de los jóvenes con alta tasa de abandono», explica el profesor. «En esos jóvenes cala la idea de que si la gente con su mismo origen lo consiguió ellos también pueden». Sanz cita un estudio publicado en la prestigiosa revista 'Economics of Education Review' en el que los autores demuestran que los estudiantes de bajo rendimiento pueden obtener mejores resultados académicos siguiendo los pasos de personas que puedan ser una referencia.

En concreto, «estos autores estudian el Programa de Asistentes de Enseñanza en Serbia para alumnos de etnia gitana de bajo rendimiento. Asigna una persona de esta etnia a cada centro participante para brindar apoyo a los alumnos seleccionados y establecer un puente con su comunidad». Los autores estiman efectos a medio plazo en los resultados al final de la Primaria comparando estudiantes de los centros participantes y aquellos que lo solicitaron pero no fueron seleccionados, antes y después de la introducción del programa.

En el caso de EE.UU. ocurrió lo mismo. En otro estudio publicado en 'American Economic Journal: Economic Policy' los autores demuestran que «los estudiantes negros asignados aleatoriamente a al menos un maestro negro en Infantil a 3º de Primaria tienen 9 puntos porcentuales más de probabilidad de graduarse en Secundaria y 6 puntos porcentuales más de probabilidad de matricularse en la universidad en comparación con sus compañeros de escuela negros que no lo están. Los maestros negros no tienen efectos significativos a largo plazo en los estudiantes blancos. Los datos administrativos de Carolina del Norte arrojan conclusiones similares, y los análisis de mecanismos sugieren que los efectos de modelos a seguir podrían ser uno de los posibles canales», apunta Sanz.