El Papa ha rezado el ángelus de este domingo desde su capilla personal en su residencia Casa Santa Marta y no desde la ventana que asoma a la plaza de San Pedro, pues tiene una «inflamación pulmonar». Francisco, que ha mostrado rostro cansado, voz ... débil y un poco de tos, no ha escondido una vía en la mano, por la que está recibiendo medicación. Ha evitado hablar prolongadamente, pero ha confirmado que este viernes viajará a Dubái para participar en la COP28, la cumbre del clima de las Naciones Unidas.
«Hoy no puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de inflamación en los pulmones», ha dicho en una retransmisión en directo, que se ha emitido en las pantallas gigantes de la plaza de San Pedro. «Por eso, este domingo leerá la homilía monseñor Paolo Braida, que conoce bien estos textos porque siempre los prepara él, y los prepara muy bien», ha añadido.
El Papa hablaba y escuchaba a Braida, sentado ante el altar de su capilla en un sillón normal y no en la silla de ruedas. Aunque ha tosido un par de veces y ha pronunciado las palabras con voz algo temblorosa y un poco débil, no tenía mal aspecto. En ocasiones, cerraba los ojos para escuchar la homilía, probablemente a causa de la fiebre. Lo más sorprendente ha sido que no ha intentado esconder la vía que tenía abierta en la mano derecha.
Francisco se ha limitado al saludo inicial, ha rezado la breve oración del ángelus y ha dado la bendición. También se ha despedido sonriente antes de marcharse. «A todos deseo un buen domingo, y por favor, no os olvidéis de rezar por mí», ha dicho.
Hablando en nombre del Papa, monseñor Paolo Braida ha asegurado que «el próximo fin de semana viajará a los Emiratos Árabes, para participar en la cumbre de Dubái». Ha adelantado además que allí abordará el «peligro climático que pone en peligro la vida sobre la tierra, algo contrario al proyecto de Dios».
El Papa canceló este sábado su agenda a causa de supuestos «leves síntomas gripales». A primera hora de la tarde se desplazó al Policlínico Gemelli de Roma, donde le realizaron un TAC y descartaron que tuviera una afección grave en los pulmones. Para evitar sustos, los médicos le han pedido que este domingo no se asome a la ventana del Palacio Apostólico. En Roma las temperaturas rondan los 11 grados, pero el viento frío que sopla estas horas hubiera sin duda empeorado la salud del Pontífice.
Desde Casa Santa Marta, los colaboradores más estrechos del Papa Francisco tranquilizan sobre su salud, y aseguran que Francisco se encuentra bien y la enfermedad está bajo control. El Vaticano no ha confirmado si Francisco mantiene su agenda para mañana y para el martes, día en el que tiene previsto mantener un encuentro con todos los obispos españoles.
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