El Papa pide «que no haya más muertes» en Perú

Es la segunda vez que el Papa se pronuncia sobre la violenta crisis desencadenada en el Perú tras la detención el 7 de diciembre del expresidente Pedro Castillo y las peticiones de dimisión a su sucesora, Dina Boluarte.

«Os invito a rezar para que cesen los actos de violencia en Perú», ha solicitado el Papa desde la ventana del Palacio Apostólico. «La violencia apaga la esperanza de una solución justa a los problemas. Por eso, animo a todas las partes implicadas a emprender el camino del diálogo entre hermanos, en la misma nación, con pleno respeto de los derechos humanos y del Estado de derecho», ha añadido.

Como es habitual, tras el rezo del ángelus, el Papa ha mencionado algunas cuestiones de actualidad. «Por favor, no olvidemos rezar por la paz para la maltratada Ucrania. Que el Señor consuele y sostenga a ese pueblo que tanto sufre», ha dicho.

Por otro lado, Francisco ha felicitado el Año Nuevo chino subrayando los «momentos difíciles que atraviesan en Extremo Oriente a causa de la pandemia». «Hoy, de manera especial, deseo hacer llegar mis deseos de paz y de todo bien a quienes en Extremo Oriente, y en diversas partes del mundo, celebran el Año Nuevo Lunar», ha comenzado. «En esta alegre circunstancia quiero expresar mi cercanía espiritual a todos los que atraviesan momentos difíciles a causa de la pandemia de coronavirus, con la esperanza de que se superen pronto las dificultades actuales».

Cada vez que el Papa se dirige al gigante asiático, mide al milímetro sus palabras para enviar mensajes de apertura e invitaciones al diálogo. «Deseo que la amabilidad, la sensibilidad, la solidaridad y la armonía que durante estos días experimentan las familias tradicionalmente reunidas, impregnen y caractericen siempre nuestras relaciones familiares y sociales, para que podamos vivir una vida serena y feliz», ha añadido insinuando las restricciones que viven los cristianos en China.

El Papa también ha denunciado el conflicto olvidado en Birmania. «Pienso con dolor en Myanmar, donde fue incendiada y destruida la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en el pueblo de Chan Thar, uno de los lugares de culto más antiguos e importantes del país», ha asegurado.

Efectivamente, el pasado 15 de enero, las fuerzas armadas que el 1 de febrero de 2021 dieron un golpe de estado en Myanmar para derrocar al Gobierno de Aung San Suu Kyi, quemaron una de las iglesias católicas más antiguas del país, construida hace 129 años. Está en Chan Thar, una población de mayoría católica. El día anterior, las tropas destruyeron casi todas las casas de este pueblo. Según fuentes de la Iglesia católica, de las 800 casas, sólo quedan 60.

«Estoy cerca de la población civil indefensa, que en muchas ciudades está sometida a duras pruebas. Que Dios ponga pronto fin a este conflicto y abra un nuevo tiempo de perdón, amor y paz. Recemos juntos a la Virgen por Myanmar», ha concluido el Papa, pensando en ellos.