La secretaria de Igualdad reconoce que «si una mujer trans le pega a otra mujer no es violencia de género»

En concreto, Pam se refirió a uno de los aspectos más criticados desde varias vertientes del movimiento feminista. El hecho de que sea posible cambiar de género con una visita al registro civil, con la voluntad como único requisito, supone que un hombre puede evitar ser juzgado por violencia de género una vez realizado el trámite.

Una de las consecuencias de despatologizar lo transexual, ya que el tratamiento psicológico o médico, así como los informes de profesionales sanitario que se requerían previamente, pasan a considerarse una forma de discriminación contra el colectivo.

«Una mujer trans es una mujer, por lo que si una mujer pega a otra no es violencia de género. Estaríamos hablando de violencia transgénero o intrafamiliar dependiendo de la relación», ha afirmado la secretaria de Igualdad.