El número uno de los obispos en el Vaticano niega las acusaciones de agresión sexual

Ouellet ha negado haber abusado sexualmente entre 2008 y 2010 -mientras era arzobispo de Quebec- de una joven de 23 años que trabajaba en la diócesis como agente pastoral, un día después de que el Papa decidiera no abrir ninguna investigación canónica por falta de pruebas.

«Tras conocer las falsas acusaciones vertidas contra mí por la denunciante (F.), niego firmemente haber realizado ningún gesto inapropiado sobre su persona y considero difamatoria la interpretación y difusión de estas acusaciones como agresiones sexuales», ha declarado el purpurado que el Papa Benedicto XVI puso en junio de 2010 al frente del Dicasterio de los Obispos, el órgano que selecciona a esos altos cargos eclesiásticos.

Según los documentos de la acción judicial admitida por el Tribunal Superior de Quebec en mayo pasado y filtrados por Radio Canadá, el cardenal de la Curia Romana figura en una denuncia colectiva que implica a otros 87 miembros de la de la diócesis francófona, presentada por 100 víctimas, muchas de ellas menores en el momento en el que transcurrieron los presuntos hechos denunciados.

Ouellet fue acusado por una mujer identificada como «F.» que declaró que el cardenal había perpetrado contra ella varios incidentes de tocamientos no deseados, incluyendo el deslizamiento de su mano por su espalda y el toque de sus nalgas. En la denuncia asegura: «Me agarró y después... sus manos en mi espalda y llegaron bastante abajo».

Esos supuestos tocamientos se produjeron en un acto público en la ciudad de Quebec en el que participaba al mismo tiempo todo el personal de la diócesis. En todo caso, Ouellet, que ahora tiene 78 años, no enfrenta ningún cargo penal. La demanda contra él fue presentada directamente en el Vaticano en 2021, y aunque se organizó un encuentro entre la Santa Sede y la víctima, un año y medio después esta última asegura que no ha sido informada de los resultados de la investigación.