Hazte premium Hazte premium

Las mentiras de Pablito Terrores, el falso obispo al que se someten las clarisas

Ni cochazos, ni propiedades, ni rancio abolengo. El prelado excomulgado ha inventado todo lo que muestra en redes

La entidad sólo posee un caserón en Palencia, que paga a plazos, dedicado al seminario y en el que nadie estudia

El obispo excomulgado publica un vídeo de la celebración con la que las clarisas agradecen haberse «sometido» a su jurisdicción

A la derecha, el 'obispo' Pablo Rojas y, a la izquierda, el cura José Ceacero, con su coche de tercera mano Rafa Gutiérrez
José Ramón Navarro-Pareja

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Pablito Terrores. Así, con la sincera crudeza de un mote infantil -tomado de un cómico a la par que siniestro personaje del popular 'Pressing catch' de los años 90- es como conocían sus compañeros y amigos al hoy obispo excomulgado que ha puesto bajo su jurisdicción a la comunidad de clarisas de Belorado. Pablito Terrores. No le conocen ni por sus títulos nobiliarios, ni por sus apellidos de ilustre linaje de los que alardea en su currículum. No le conocen por la sencilla razón de que no existen, son falsos.

Lo mismo ocurre con la opulencia de bienes y vocaciones que la redes sociales de la Pía Unión de San Pablo Apóstol -la supuesta entidad religiosa sedevacantista fundada por el obispo cismático- parece mostrar en sus redes sociales. No existen. Según ha podido conocer ABC, su exiguo patrimonio es un coche de tercera mano, matriculado en 2009 y con un valor de mercado de unos 4.000 euros, y el caserón de Alar del Rey (Palencia), comprado en 2023, que pagan a cuotas mensuales, fruto de una operación de alquiler con opción a compra, y en el que habitan, a lo sumo, un par de personas.

Ni rastro en el Registro de la Propiedad del lujoso palacete de la Gran Vía de Bilbao en el que se hacía fotografiar tomando el té, servido por una criada con cofia y delantal, bajo la atenta mirada de su mayordomo, en una recargada estancia. A pesar de que esa sigue siendo la dirección de la sede de la Pía Unión según su página web, la propiedad no consta a nombre ni de Pablo Rojas Sánchez -su verdadero nombre, sin el 'de' en el primer apellido y el compuesto Sánchez-Franco de rebuscado abolengo-, ni de Francisco José Ceacero Sierra -el sacerdote barman nombrado por el obispo como capellán de comunidad-, ni de la asociación. Porque esa es otra de las mentiras que ya acreditó ABC, la entidad pese a su apariencia eclesiástica, está inscrita como asociación civil y no en el Registro de Entidades Religiosas, como correspondería de acuerdo a su finalidad.

Una manipulación que ha llevado hasta la ficción de la que dice ser su vida y que comienza con su fecha de nacimiento. En su web dice haber nacido en 1981, pero el año no cuadra con el de sus compañeros, de la generación del 80. «No recuerdo que lo adelantaran un año», nos cuentan. «Al contrario, creo que repitió en séptimo de EGB y por eso no aparece en mi orla, sino en la del curso siguiente, quizás haya cambiado la fecha de nacimiento porque le daba vergüenza reconocer que llevaba un curso de retraso», nos cuenta un compañero de clase del colegio ACEL de Linares. Esa es una de sus primeras mentiras que ya descubrió ABC la pasada semana. Cuando surgió el escándalo, la web de la Pía Unión decía que ese colegio era del Opus Dei. Tras la publicación de este periódico, que revelaba que se trata de un centro concertado regido por una cooperativa de profesores, desapareció la referencia a la Obra.

A partir de ahí, la falsedad es una constante en la biografía que publica en la web. Sus verdaderos apellidos, Rojas Sánchez, son mucho más vulgares de los aparentes «De Rojas Sánchez-Franco», con los que se presenta y firma cada uno de los documentos de su presunta iglesia. También sus padres tienen apellidos ordinarios. Nada de «Tur Llombar» ni «Sanchez-Franco Castro». Quizás por ello, ninguna de las cuentas que administra el falso obispo tenga relación con las de sus progenitores, que todavía tienen la foto de Pablo vestido para la primera comunión sobre un mueble estantería en el comedor de su sencilla casa de Linares.

Esta sí es la misma foto que el obispo fake tiene en su página web, aunque con una pátina que le da un cierto aire de antigua. Pero en lo que sí miente, es en la fecha que atribuye a su primera comunión, 1986, por lo que tendría apenas cinco años según su fecha de nacimiento, lo que no se corresponde con el niño de la fotografía. Poco parece importarle esa incoherencia. Es una más de las que podemos encontrar en los datos que aporta. Como convertir la relojería que regentaban sus abuelos «enfrente de la iglesia de San Francisco» (como nos recuerdan en Linares), en una dedicación familiar «de siglos a la orfebrería, con marcas y punzones de orfebre que datan del siglo XVI».

Tampoco tiene nada que ver su familia con el palacete de Úbeda en el que supuestamente vivió hasta 1900, y que se trata de la imagen de un hotel de la ciudad jienense, que nunca ha tenido a ningún Rojas como morador. Ni su abuelo fue gobernador civil de Jaén durante el franquismo. Ni nombre ni apellidos coinciden con quienes realmente lo fueron.

La impostura sobre su infancia se extiende a toda su biografía, que discurre de manera paralela para Pablo y Francisco. «Intentaron entrar en el seminario, pero algo no vieron claro en ellos y no se les permitió», nos confirman desde la diócesis de Jaén. Su periplo les llevó, según ellos, por varios centros de estudios eclesiásticos, ya fuera de la Iglesia católica, aunque en estos días nunca han querido confirmar donde completaron su formación. Lo que sí parece cierto es que, después de ese peregrinaje ambos recalaron en Valencia donde, el también obispo sedevacatista, Ricardo Subirón los ordenó sacerdotes en 2005. Más tarde, en 2010, consagraría obispo a Rojas, aunque este ya se presentaba como tal en 2008 en la famosa entrevista de El Correo, porque decía haber recibido las órdenes del antiguo jesuita Derek Schell en 2006.

Pablo y Fran, obispo y presbítero, han permanecido unidos desde aquellos tiempos de la infancia. Recalaron en Bilbao, y mientras el obispo hablaba en plural mayestático en sus entrevistas, dispensaba al cura de la tonsura para que pudiera ejercer como coctelero. De esa época acumula Ceacero varios embargos por impagos y multas de la OTA, según el Boletín Oficial.

Imagen principal - Arriba, la única propiedad de Pablo Rojas Sánchez en Alar del Rey, Palencia. Asimismo, en la parte de abajo a la izquierda imagen de El Correo del falso obispo en su casa y a la derecha, Rojas Sánchez de pequeño haciendo la primera comunión
Imagen secundaria 1 - Arriba, la única propiedad de Pablo Rojas Sánchez en Alar del Rey, Palencia. Asimismo, en la parte de abajo a la izquierda imagen de El Correo del falso obispo en su casa y a la derecha, Rojas Sánchez de pequeño haciendo la primera comunión
Imagen secundaria 2 - Arriba, la única propiedad de Pablo Rojas Sánchez en Alar del Rey, Palencia. Asimismo, en la parte de abajo a la izquierda imagen de El Correo del falso obispo en su casa y a la derecha, Rojas Sánchez de pequeño haciendo la primera comunión
La evolución de 'Pablito Terrores' Arriba, la única propiedad de Pablo Rojas Sánchez en Alar del Rey, Palencia. Asimismo, en la parte de abajo a la izquierda imagen de El Correo del falso obispo en su casa y a la derecha, Rojas Sánchez de pequeño haciendo la primera comunión ABC

A comienzos de la década de 2010 reaparecieron por Linares, donde comenzaron a celebrar la misa en la capilla particular de un cortijo. «El entonces obispo, Ramón del Hoyo, tuvo que emitir una nota que se leyó en las parroquias de Linares, alertando de la invalidez de la misa», confirman desde la diócesis. Volvieron a Bilbao, donde también celebraron en oratorios privados y Pablo se presentaba en las parroquias católicas como obispo con la intención de presidir la misa y entablar relación con los fieles. Su resistencia, y la lógica incapacidad de presentar documentación que lo acreditara, llevo a Mario Iceta, entonces obispo de Bilbao, a decretar su excomunión en 2019. A partir de ese momento, su objetivo se fijó en conseguir una sede para su organización, ya que el piso de Bilbao nunca estuvo en su poder.

Según revelaba una entrevista televisiva, ambos trataron de comprar una casa antigua en una población de Palencia, pero los propietarios se negaron, porque ofrecían pagar en dinero negro y por mensualidades. Replicaron la fórmula en una propiedad en Alar del Rey (Palencia), que había sido antes clínica veterinaria, donde se ubicaron con un alquiler con opción a compra, que se escrituró a nombre de la asociación Pía Unión en diciembre de 2021. Mes a mes siguen pagando un contrato que tiene una inusual cláusula resolutoria: «La falta de pago puntual de cinco plazos mensuales» facultaría a los anteriores propietarios a reclamar la totalidad del importe pendiente o, en caso contrario, recuperar el inmueble.

Una fórmula que evidencia que ni la sociedad, ni los que parecen ser sus dos únicos miembros activos, presentan solvencia suficiente para solicitar un crédito bancario. Una precaria situación que también se hace patente en el aparente coche de cristales tintados con el que se mueven. El «cochazo» -según algunos periodistas- con que llegaron al convento de Belorado el domingo 12 de mayo, es en realidad un Kia Opirus con más de 15 años de antigüedad y que la asociación adquirió, también en diciembre de 2021, de tercera mano.

Durante los últimos años, la casa de Alar del Rey parece haberse convertido en la residencia habitual de la pareja, con alguna visita a Linares, donde, por ejemplo, fueron vistos hace un par de semanas. Algunos vecinos de la localidad palentina con los que se ha puesto en contacto este periódico afirman que en la casa viven «dos o tres personas que deben ser religiosos por cómo van ataviados». La han reformado por fuera, pero nadie conoce el interior porque «no han abierto sus puertas ni han invitado a los vecinos a ninguna actividad». En alguna ocasión han visto al pretendido obispo «que suele pasear con dos perros, pero no se relacionan con nadie», han explicado a este diario. Lo que sí es cierto, es que la casa no tiene ni las instalaciones ni la actividad propia de un seminario para vocaciones tardías, como ellos la presentan en su web y en las redes sociales.

Una fingida actividad eclesial y una biografía falseada que les ha valido para que las clarisas de Belorado, en su ánimo de romper con la Iglesia católica y el Papa Francisco, le solicitaran, en una carta fechada el pasado 8 de mayo, acogerse «bajo su jurisdicción». Desde la tarde del 12 de mayo, tanto el pretendido obispo Pablo Rojas, como su fiel sacerdote José Ceacero, permanecen en el convento, que han convertido 'de facto' en la nueva sede de su congregación. Una entidad tan exigua y despoblada que, desde que partieron de Alar del Rey camino de Burgos, nadie ha visto movimiento en su pretendido seminario de vocaciones tardías.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación