Martina, la modelo italiana que desfiló con la ropa que llevaba cuando la intentaron violar

El episodio ocurrió hace tres años, el 29 julio de 2019, cuando un hombre intentó violentarla al transitar por el paso subterráneo Sacro Cuore en Padua. Vestía pantalones bombachos, unas zapatillas deportivas blancas, una camiseta negra y una chaqueta con estampado de camuflaje militar. Con esta misma ropa, Martina Evatore ha participado en el desfile para el concurso 'Miss Venice Beach', municipio de 25.000 habitantes en la provincia de Venecia.

La primera en apoyar a Martina para que pudiera contar su historia fue Elena Bagordo, promotora del concurso organizado en colaboración con 'Il Gazzettino', periódico de Venecia. «Queríamos contar cómo el talento y las dotes interpretativas son belleza en sí mismas. Cuando Martina nos anticipó que en su último número del concurso quería desafiar y atacar el estereotipo de la vestimenta y contar su historia, la apoyamos».

«No es culpa de cómo se viste. Nunca fuiste tú quien lo fue a buscar. Si te acosan, el problema está en quien te mira»

Martina Evatore

Mientras las otras participantes en el concurso mostraban al jurado sus méritos con una prueba de canto o baile, Martina quiso dirigir los focos no a su belleza sino a la necesidad de que la mujer se sienta libre para vestir como quiera, y que la ropa no sea nunca una excusa para justificar una agresión sexual. Por ello, Martina Evatore cogió el micrófono y lanzó un claro mensaje: «No es la vestimenta lo que instiga a la violencia. Yo iba con pantalones largos y una chaqueta cerrada. No es culpa de cómo se viste. Nunca fuiste tú quien lo fue a buscar. Si te acosan, el problema está en quien te mira».

Martina pudo evitar lo peor. Para rechazar durante interminables minutos al agresor, le sirvió un curso de defensa personal y la lección de su padre. A los medios italianos, Martina ha contado aquel momento dramático: «Mi padre me enseñó a defenderme siempre. Así que le di puñetazos y patadas, mientras él intentaba meter las manos debajo de la chaqueta, que estaba cerrada». Sus gritos fueron escuchados por algunos transeúntes que acudieron en su ayuda y no hubo violación.

El hombre, de unos 40 años, se dio a la fuga y la Policía, tras la denuncia de la joven, nunca lo encontró. Pero esa violencia no se olvida y deja heridas internas y miedos, reconoce Martina. De ahí la rabia que desahogó en la pasarela: «El mío es un ataque a los estereotipos, al hecho de que las mujeres no se sientan libres de vestirse como les plazca, porque podría llamar la atención de alguien». Martina quiso dejar claro que no hay diferencia entre una minifalda y un pantalón largo, y la violación nunca es culpa de cómo se viste una chica. No hay vestido que pueda convertirse en coartada para justificar una agresión sexual. Sus palabras fueron acogidas por el público con un largo y fuerte aplauso. La organizadora del concurso reconoció que el mensaje de Martina tenía «un significado muy profundo. Imborrable».