El magnate tecnológico Mike Lynch, entre los desaparecidos en el naufragio de Palermo

Continúa la búsqueda de los seis desaparecidos. Se ha recuperado una víctima, que ha sido identificada como el cocinero de la embarcación, nacido en Canadá, con pasaporte de Antigua. Entre los desaparecidos está el empresario británico Mike Lynch, que había organizado en un velero alquilado, como recompensa a algunos de sus empleados, unas vacaciones que se convirtieron en tragedia. Su esposa, Ángela Bacares, se encuentra entre las personas que fueron salvadas. Lynch, miembro de la Royal Society de 59 años, es cofundador de Autonomy Corporation y fundador de Invoke Capital. Lynch, conocido como el «Bill Gates británico», es también cofundador, junto con Invoke Capital, de la empresa de ciberseguridad Darktrace.

Mike Lynch fue absuelto en junio por un jurado de San Francisco de cargos de fraude relacionados con la venta de su empresa de software, Autonomy, a Hewlett-Packard por 11.000 millones de dólares en 2011 (9.950 millones de euros). Lynch es uno de los cuatro ciudadanos británicos desaparecidos. También están desaparecidos dos estadounidenses y un canadiense. La mayoría de las personas a bordo eran británicos, pero también un neozelandés, un esrilanqués, dos anglofranceses y un irlandés.

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Una mujer superviviente contó a los socorristas que, mientras dormía con su esposo e hijo, fueron sorprendidos por el torbellino y de repente se encontraron en el agua. Su marido y su hijo siguen desaparecidos. Testigo del naufragio fue el capitán del barco Sir Robert BP: «Al principio, el velero se inclinó hacia un lado y en cuestión de minutos se hundió. Todo ocurrió en muy poco tiempo».

Sobre la dinámica del naufragio, algunos testigos contaron a la agencia Ansa que el velero estaba frente al puerto de Porticello, cuando estalló el tornado. Con el ancla aún bajada, el torbellino habría roto el mástil de navegación, provocando que el barco se desequilibrara y provocara su rápido hundimiento.

Un hombre de Porticello, el barrio más grande del municipio de Santa Flavia, en la provincia de Palermo, ha contado también a Ansa: «El velero estuvo totalmente iluminado por la noche, porque había una fiesta. Un día de vacaciones normal y feliz en el mar se convirtió en una tragedia. El barco no estaba lejos del puerto. Evidentemente fueron sorprendidos por la tormenta, que azotó repentinamente y no pudieron evitar hundirse«. Pietro Asciutto, pescador de Porticello que presenció el naufragio, explicó: «Estaba en casa cuando llegó el tornado. Inmediatamente cerré todas las ventanas. Vi el barco, tenía un solo mástil, era muy grande. Lo vi hundirse de repente».

Los buzos del Cuerpo de bomberos alcanzaron una profundidad de 57 metros y «a través de las portillas del velero vieron cadáveres», según comunicaron en un chat reservado al jefe de la Protección Civil de Sicilia, Salvo Cocina. Al equipo de rescate se han espeleo buceadores llegados desde Roma y de Nápoles.