Más de 200 jóvenes recorren el Amazonas rumbo a la Cumbre del Clima
Los jóvenes de la Alianza de Pueblos por el Clima reclaman que parte de la financiación de la lucha contra el clima sea destinada a los pueblos que protegen los ecosistemas
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Belém do Pará, Amazonia
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Iniciar sesiónEl viaje de más de 200 jóvenes por el Río Amazonas camino a la COP30, la primera que se realizará en la selva tropical más importante del planeta, fue casi una alegoría. En los 850 kilómetros de distancia que separan el local de partida, ... en el puerto de Santarém, a la ciudad de Belém lista para recibir este gran evento ambiental, chicas y chicos de Chile, Colombia, México, Perú y Brasil vieron la potencia de un río que muchas veces parece un mar, cuando sus orillas se pierden de vista. En el trayecto, acompañados por ABC, también vieron de cerca los problemas: barcos que llevan madera y otros productos muchas veces ilegales, e indígenas aislados o de contacto reciente que se acercaban a la embarcación para pedir comida, en lugares donde la frugalidad de la naturaleza ha sido contaminada por el mercurio de la minería ilegal, con impacto en los peces y en el agua.
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«Viajar por el río Amazonas fue como ver la vida expresándose frente a nuestros ojos. Pero también vimos embarcaciones gigantes extrayendo esa vida, como si el río se desangrara. Desde esta herida, podemos sanarnos«, observa Ángela Valenzuela, compositora y cantante chilena de 31 años, activista del colectivo internacional Artivist Network, que estudia música en Finlandia, y llegó a Brasil para hacer esa travesía por el río más caudaloso del mundo.
El viaje de dos días y medio en un barco llegó después de cuatro días de diálogos en que estos jóvenes discutieron las propuestas que quieren llevar a Belém, capital del estado de Pará, donde llegan días antes de la COP, y al mismo tiempo que líderes mundiales. La Cumbre de Líderes, con la participación de 143 delegaciones, será los días 6 y 7 de noviembre, como parte del programa previo a la COP30. Los jóvenes quieren ser oídos y para eso han preparado una serie de manifestaciones y una campaña en la que piden que una parte de la financiación climática vaya directamente para los pueblos que la protegen.
El viaje fue organizado por un grupo de jóvenes amazónicos brasileños que han creado este año una Alianza de los Pueblos por el Clima, una relectura de la Alianza de los Pueblos, fundada hace 40 años por sus ancestros, que hoy son referencias globales en la lucha ambiental, como los indígenas Raoni Metuktire, Ailton Krenak y Chico Mendes, asesinado en 1988, por invasores de tierras comunitarias y conocido mundialmente por su historia en defensa de la Amazonia. Participan en el grupo brasileño los jóvenes Matsi Waura Txucarramãe y Angélica Mendes, nietos de Raoni, y de Chico Mendes, respectivamente, que encabezan esa alianza y fueron protagonistas del concierto Global Citizen este fin de semana.
El grupo creó la campaña 'Gente que cobra', representada por una serpiente amazónica, que en portugués se llama cobra, y pide que se destinen recursos para la financiación climática a partir de una tasa global de hasta el 5% cobrada a multimillonarios, la tributación de los beneficios excesivos de las grandes empresas, y la participación deliberativa en los consejos de fondos como el Fondo para la Conservación de los Bosques Tropicales (TFFF) y el Fondo de Pérdidas y Daños (FRLD). «La propuesta nació de discusiones que tuvimos a lo largo de nuestra preparación para esta COP. El financiamiento climático fue el tema más levantado en ese proceso«, dice la brasileña Angélica Mendes, que es bióloga, doctora en ecología y directora de proyectos del comité Chico Mendes.
El activista Kevin Victor, nacido en Estados Unidos, que vive hace 15 años en Barcelona, celebra que esta sea la primera COP en seis años en que podrán realizarse manifestaciones libremente, después de los años de Covid y de reuniones que ocurrieron en Egipto, Emiratos Árabes y Azerbaiyán, donde hubo control de las protestas. «Brasil está muy organizado. Aquí hay gente de toda América Latina y del mundo. La COP es una oportunidad para construir redes globales en la lucha por la justicia climática«, dice el activista que tiene esas seis COPs en el currículum.
El viaje por el Amazonas impactó profundamente a los participantes. Margarita Cruz, colombiana de 26 años, destaca la magnitud del paisaje: «Me impresionó ver trayectos tan largos de árboles tan altos y antiguos. Pensar en la construcción de carreteras en medio de ese mundo natural fue muy impactante«, cuenta la joven que representa el capítulo colombiano de «Deuda por Clima» y lucha por la protección del acuífero Valle de Pavas, en el Valle del Cauca, amenazado por un proyecto vial licitado en 1987.
«Nacimos endeudados. Las deudas ilegítimas impiden la inversión social en educación, salud y cultura. Por eso exigimos una auditoría integral y consciente», afirma Cruz. Su grupo defiende que los países del Norte Global deben reparar la deuda ecológica y financiera acumulada sobre los territorios del Sur.
José Rayero Sánchez, mexicano de 25 años, trabaja en la protección del Golfo de California, donde el desarrollo de gas fósil amenaza los ecosistemas marinos. «El gas natural licuado se vende como combustible de transición, pero es greenwashing. Hay mucha presión sobre ecosistemas diversos. El activismo debe venir con solidaridad entre movimientos, no solo desde el pragmatismo«, afirma el joven que integra la organización Ritmos Climáticos.
Daniela Bobadilla, colombiana de 28 años, también se emocionó con la inmensidad del río. «Parecía un mar, no se veía tierra. La Amazonía no es solo selva, también son las personas que la habitan. Fue hermoso conectar la vida natural con la vida humana». Anderson Betancourt, también colombiano, refuerza la urgencia de denunciar las falsas soluciones climáticas. «La reparación histórica y la deuda ecológica del Norte Global deben saldarse con la cancelación de la deuda pública del Sur. Solo así podremos invertir soberanamente en nuestra gente. No hay justicia ambiental sin justicia social», afirma.
Las discusión financiera y la transición justa serán una de las principales pautas de esta COP amazónica y para ella estos jóvenes llegan listos y con una propuesta concreta. Una cosa es cierta, así como el río por el que pasaron, estos jóvenes nunca más serán los mismos después de este viaje.
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