Victoria cultural de la izquierda

Si por algo se ha caracterizado la anterior legislatura de Pedro Sánchez es por una serie de normas, —aborto, eutanasia, 'ley trans', 'ley Celaá', ideología de género…—, cuyo sustento conceptual e ideológico es antagónico con la propuesta cristiana. Leyes que se han convertido en la bandera de una izquierda identitaria que ahora ha salido reforzada. Parece que a Pedro Sánchez este tsunami legislativo, contrario al modelo de persona y de sociedad que propugna la Iglesia, no le ha pasado factura. Todo lo contrario. El hecho de que el PP planteara su reforma, y Vox su abolición, ha servido para movilizar a la izquierda. No es difícil entender que esas leyes están agudizando el proceso secularizador de las conciencias. Podemos hablar de una victoria no sólo legislativa, también cultural de la izquierda. Las políticas sociales de Sánchez han sido de dudosa eficacia.

La Iglesia no es un partido político, ni apoya a formación política alguna. Sí tiene una doctrina social con una profunda carga antropológica en las antípodas de lo legislado. ¿Qué va a hacer ahora? ¿Cómo va a articular su propuesta moral en una España en la que se consolida un marco mental influido por lo que define a la identidad cultural de la izquierda? Quizá algún día tengamos una oportuna respuesta.