Así lo afirmó a los medios antes de inaugurar el seminario europeo sobre políticas contra el sinhogarismo 'Dos años después de Lisboa: avances y retos', celebrado en el Centro Niemeyer de Avilés (Asturias).
Según la ministra, «todas somos conscientes de que es una sentencia judicial incomprensible. «Nuestro país ha cambiado», apuntó, y «todo el mundo entiende que (el hecho de que) le toquen el culo a una reportera o le den un beso a Jenni Hermoso es violencia sexual».
A su juicio, «ese cambio cultural tiene una reacción machista, que se visibiliza con las declaraciones de Rubiales, pero también en el ámbito judicial. Eso es lo que estamos viendo aquí», ya que «todo avance feminista conlleva una reacción machista», subrayó.
Sin embargo, dijo que el Gobierno seguirá «avanzando» para que «el cambio cultural que ya se ha producido tenga su correlato en el ámbito institucional», y destacó que la única magistrada que tenía formación en violencia de género del tribunal que rebajó esta condena votó en contra. En su opinión, esto «da una idea ante lo que estamos en este momento«.
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