La grieta «que invita al diálogo», las estatuas y otras dudas del nuevo proyecto de resignificación del Valle de Cuelgamuros
El plan aprobado propone eliminar la escalinata, crear un centro de interpretación y abrir una grieta simbólica en la explanada, aunque su alcance real sigue sin concretarse
El proyecto de resignificación del Valle de Cuelgamuros mantendrá su conjunto escultórico
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Imagen de archivo del Valle los Caídos, renombrado como Valle de Cuelgamuros
A los pies de la gran Cruz del Valle de Cuelgamuros -el Valle de los Caídos hasta octubre de 2022- se extiende uno de los conjuntos escultóricos más imponentes del país: La Piedad, las virtudes y los evangelistas de Juan de Ávalos flanquean la ... entrada a la basílica. Nada se ha movido todavía, pero el proyecto que el Gobierno ha elegido para «resignificar» el recinto promete cambiarlo todo. El acceso, el paisaje y, quizá, hasta la propia montaña. Lo hace, sin embargo, dejando tras de sí más interrogantes que certezas.
Ayer el secretario general de Agenda Urbana, Vivienda y Arquitectura, Iñaqui Carnicero anunció que el concurso público convocado por el Gobierno para redefinir el complejo monumental tenía un ganador. La propuesta seleccionada, nombrada como 'la base y la cruz', plantea en un principio eliminar la escalinata de acceso a la basílica, construir un centro de interpretación para explicar su historia y abrir una «gran grieta» que atravesará la explanada de lado a lado. «Una herida simbólica en el terreno que busca romper la axialidad y propiciar un espacio de encuentro y diálogo», según sus autores.
Montaña partida en dos
Esa «grieta» es, precisamente, uno de los elementos que más dudas ha generado. La descripción oficial no aclara si se trata de un intervención superficial -una traza simbólica- en el suelo o si implicará una ruptura real en la roca de la montaña sobre la que se levanta la cruz, una estructura de 150 metros de altura visible desde más de 40 kilómetros de distancia. «Por el momento no es seguro si se partirá la montaña en dos», explican a ABC fuente del Ministerio de Vivienda, quienes también indican que «la supuesta grieta» que se observa en la maqueta y que divide todo el recinto es una «apertura» para ver las secciones del interior, pero no un proyecto que se baraje en estos momentos llevar a la realidad.
Lo que sí se ha explicado es que, a través de una «gran losa», el público accederá a un círculo «abierto al cielo» que permite «reorganizar las circulaciones» y desde el cual se entrará al interior de la basílica, donde indican que se le harán «intervenciones mínimas», pero sin concretar cuáles.
Maqueta del proyecto 'La base y la cruz'
La otra gran incógnita tiene que ver con las esculturas. La maqueta presentada ayer dejaba a su interpretación si el conjunto escultórico de la gran Cruz desaparecería o no. Tanto el Ministerio de Vivienda así como el Arzobispado de Madrid insisten a ABC que no se retirará ninguna pieza de Ávalos. «No se va a retirar nada: se contextualiza, se mejora el entorno y se integra mejor, pero no se va a profanar», aseguran, subrayando además que la Iglesia «ha colaborado» en todo momento en la elección del proyecto.
Sobre el modelo presentado, defienden que se trata de una propuesta «minimalista y de entorno». «Es una representación sobria, con líneas simples y sin entrar en el detalle, pensada para mostrar el contexto general del proyecto», explican.
Un proyecto «valiente»
Durante la presentación, Carnicero defendió que la propuesta ganadora ofrece una «nueva visión» del monumento. «Es un proyecto que, con bastante valentía, se enfrenta a la monumentalidad del conjunto existente. Propone dar más protagonismo a la naturaleza y a la arquitectura, romper la axialidad que tanto había caracterizado este espacio y producir una gran sombra, una gran grieta que invita al diálogo y a una visión más plural y democrática», señaló. No obstante, Vivienda asegura que «lo único aprobado es la idea pero no hay redacción del proyecto», que se decidirá en la siguiente fase del concurso. Por lo que los cambios de Cuelgamuros siguen en el aire.
Maqueta del proyecto 'La base y la cruz'
El presupuesto global sí está cerrado: 30 millones de euros. De ellos, cuatro se destinarán al concurso y la redacción del proyecto, y 26 millones al desarrollo completo de la resignificación, que incluirá la construcción del nuevo centro de interpretación y la museografía. El Gobierno aspira a que el recinto se convierta en un lugar «de encuentro, lleno de actividad y de gente», con una mirada «plural, inclusiva y contemporánea». Las obras comenzarán en 2027.
El proyecto para «resignificar» Cuelgamuros no puede entenderse sin el marco legal que lo ampara. El cambio de nombre del recinto se produjo en octubre de 2022, tras la aprobación de la Ley de Memoria Democrática, impulsada por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos. La norma, que sustituyó oficialmente la denominación de Valle de los Caídos por la de Valle de Cuelgamuros, buscaba desvincular el lugar de la exaltación franquista y de las víctimas de la Guerra Civil. Entre sus medidas incluía la investigación de los crímenes cometidos durante el golpe de Estado de 1936, la guerra y la dictadura, así como la exhumación de los restos de Francisco Franco, llevada a cabo en noviembre de 2019, y de otras figuras relevantes del régimen.