Gabilondo afirma que «en muchos sectores de la Iglesia no he notado mucho entusiasmo» ante la investigación sobre abusos

El Defensor del Pueblo ha aclarado que los trabajos no suponen someter «a ninguna institución a un juicio» y eleva a 230 el número de denunciantes que ha acudido a la unidad de víctimas

Ángel Gabilondo en un momento de su intervención en el desayuno ABC

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha explicado este martes que la comisión de investigación sobre los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia que está llevando adelante no supone someter a «ninguna institución a un juicio», sino que se ... trata de un informe «para que no suceda de nuevo». En el marco de un desayuno informativo, Gabilondo ha puntualizado que no iba «a hacer ningún discurso sobre la colaboración de la Iglesia», en esta investigación, porque «todavía no he pedido explícitamente elementos para esa colaboración», aunque «también puedo decirles que en muchos sectores de la Iglesia no he notado mucho entusiasmo».

La encomienda del Congreso de los Diputados sobre esta comisión de investigación ha suscitado varias preguntas entre los presentes y ha sido el primer tema sobre el que Gabilondo ha dado respuesta. El Defensor del Pueblo ha explicado el proceso: «Del Congreso venimos y al Congreso vamos y la comisión acabará con un informe al Congreso de los Diputados para que ellos decidan qué hacer con él».

En sus palabras ha remarcado que el trabajo de la comisión no supone ningún «juicio» a la institución eclesial. «En ese informe se nos pide que consten hechos, que se diriman responsabilidades, que se busquen un camino de reparación y se tomen medidas para que esto no vuelva a suceder de nuevo».

Gabilondo también ha explicado que «no es una comisión empeñada en perseguir creyentes, ni la Iglesia va por un lado y la comisión por otro». En ese sentido ha aclarado que desde un primer momento se puso en contacto con la Conferencia Episcopal, para «animarles a participar». «Pero ellos han seguido sus caminos y nosotros el de las Cortes Generales», ha puntualizado.

«Me señalaron que tenían dificultades para participar, pero que podrían colaborar», ha añadido, en referencia a la Conferencia Episcopal. El Defensor del Pueblo ha concretado que va a «pedir expresamente formas de colaboración muy concretas», como «sobre estos casos, ¿qué puede decirnos?, ¿qué ocurre en estas congregaciones?, ¿qué pasa en estos archivos?».

En este última cuestión ha reconocido las limitaciones que se derivan de los acuerdos Iglesia-Estado, pero no ha dudado de la futura participación eclesial, porque «necesitamos la colaboración de toda la sociedad». «Esta es una misión que la ciudadanía y el pueblo nos piden», ha añadido.

También ha explicado que ha tratado de configurar «un equipo de trabajo que sea plural», en el que hay varios miembros «que son católicos» y que todos «están convencidos de la búsqueda y definición de los hechos y de las responsabilidades» que de ellos se deriva. Hasta el momento, la unidad de víctimas  creada específicamente para este caso ha atendido a 230 personas víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. El pasado 13 de septiembre, cuando la oficina del Defensor facilitó los primeros datos sobre la investigación, esta cifra se situaba en 201, por lo que ha ha supuesto un aumento de 29 en apenas 15 días. Al menos una treintena de los denunciantes son mujeres.

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