La fiesta del catalán: «Una feria triste y deslavazada» con abucheos al consejero
«La improvisación y la falta de entusiasmo de algunos presentes hizo que el acto se girara en contra del Govern», señala uno de los docentes
«Fiscalizar la lengua de la comunidad educativa y crear cuerpos de policía lingüística no parece la mejor opción para aumentar el aprecio por el catalán», señala el presidente de Docentes Libres
La Generalitat premiará con 1.300 euros a cada colegio que impulse la lengua autonómica
Barcelona
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Iniciar sesiónSe planteó como la gran celebración del catalán y acabó siendo una «feria deslucida», con protestas de docentes pidiendo la dimisión del consejero de Educación, Josep González-Cambray. «Bye, bye Cambray», rezaban las pancartas que alzaron algunos de los presentes cuando el consejero inició ... su discurso. La fiesta de los grupos impulsores del catalán, cuya celebración adelantó este diario en su edición del pasado 21 de marzo, reunió el martes por la tarde a 1.300 profesionales de la enseñanza en Cataluña, en representación de un total de 500 centros, la mayoría afines a la causa.
La Generalitat convocó el evento, bajo el lema Movent-mos pel català (Movámonos por el catalán), para dar visibilidad a la experiencia que han tenido los 800 centros «aventajados» que se ofrecieron voluntarios para formar parte de la red de escuelas impulsoras del catalán, en las que se han llevado a cabo los denominados talleres ULAE (Usos Lingüísticos en el Ámbito Educativo), pero la «improvisación, la falta de entusiasmo y la crispación de algunos de los asistentes hizo que el acto se girara en contra del Govern», según explica en declaraciones a ABC uno de los docentes que asistió al evento.
«Fue un desastre, estuvo muy mal organizado. Se notaba la desgana de algunos presentes», dice el profesor, que prefiere mantener el anonimato. Carlos Silva, presidente de Docentes Libres, que también asistió al acto, subrayó lo desafortunada que fue la celebración.
«No fue un buen día para Cambray. La escenificación de su medida estrella fue triste y deslavazada, frustrante para el consejero, abucheado por los sindicatos en su intervención, en un acto interno, sin rumbo, que mostraba la impotencia del Govern para hacer realidad su promesa de cambiar los usos lingüísticos de alumnos y profesores», dijo Silva en declaraciones a este diario.
«Fiscalizar la lengua de la comunidad educativa y crear cuerpos de policía lingüística no parece la mejor opción para aumentar el aprecio por el catalán. Cambray debería escuchar el silencio de los profesores y solucionar los problemas reales de la educación en lugar de poner en marcha cazas de brujas y hacer promesas imposibles sobre proyectos de sustitución lingüística», añadió.
La celebración arrancó con el discurso del consejero, que estuvo constantemente interrumpido por las protestas de los sindicatos, entre ellos las de Ustec, firme defensor de la inmersión y mayoritario en la escuela pública. Pedían más recursos y mejores condiciones para ejercer. Alumnos cantando rap 'en catalán', escenificaciones teatrales en las que profesores emulaban 'buenas praxis' sobre cómo inculcar a estudiantes y profesionales el «necesario» uso de la lengua autonómica en los pasillos, las extraescolares, el comedor, las salas de reuniones etc... El auditorio de La Farga de l'Hospitalet (Barcelona) se convirtió por momentos en una pequeña feria en la que aprender, por 'corners', estrategias para que en los centros públicos de toda Cataluña el catalán gane músculo dentro y fuera de las aulas.
Talleres de 'fake-news'
Algunos enseñaron cómo hacerlo a través de la producción de documentales, otros mediante talleres de 'fake-news', la producción musical, o incluso actividades plásticas. En un momento de la celebración, se convocó a los presentes a que formaran un círculo, en el que participaron centros que han desarrollado talleres lingüísticos y otros que no, para que los primeros compartieran sus experiencias. «Había desgana entre los presentes. Los profesores estamos cansados de que cada vez nos pidan más sin darnos recursos para hacerlo. Solo les importa el catalán cuando hay cosas mucho más urgentes en los centros públicos catalanes», denuncia.
Desde la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) censuraron la celebración: «Es cínico hacer una fiesta entre las escuelas que persiguen que alumnos y profesores no hablen en castellano. Una fiesta totalitaria entre sectarios», apunta a ABC la presidenta de la AEB, Ana Losada. Señala, asimismo, las dificultades que se está encontrando la Generalitat para llevar a cabo este proyecto en los centros. «Nos consta que no está obteniendo el respaldo que preveían de los docentes por la intención evidente de invadir su libertad al comunicarse dentro y fuera del aula con otros compañeros y con sus alumnos. Los casos que han trascendido sobre encuestas realizadas a profesores y a familias evidencian ese intento de controlar de forma enfermiza los usos lingüísticos, que ya genera rechazo hacia la lengua catalana. Eso es lo que realmente están consiguiendo, rechazo», asegura Losada.
Cláusula para que se hable catalán en el comedor
Durante el acto, el consejero presentó las medidas estrella incluidas en el nuevo plan de relanzamiento de la lengua, entre ellas incluir una cláusula en los contratos de las empresas de ocio por la que éstas se comprometan a que el catalán sea la lengua de uso en sus dinamizaciones. También reclamarlo a los monitores de comedor y potenciar su uso en las reuniones de los profesores con las familias.
El Govern también contempla actividades de dinamización en los patios para impulsar el catalán y acciones dirigidas a priorizar el material audiovisual en esta lengua. El objetivo, según dijo el consejero a los presentes, llegar al 80 por ciento de uso del catalán dentro y fuera de las aulas en 2028 (ahora está en el 40 por ciento).
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El departamento de Educación anunció en noviembre de 2021 la creación de los denominados «grupos impulsores» del catalán tras mostrar los resultados de un informe que demostraba que el uso de la lengua había retrocedido en este ámbito. El consejero anunció que estos comités controladores del catalán se extenderían en cuatro años a todas las escuelas e institutos de Cataluña y subrayó su «potestad para proponer la revisión de los proyectos lingüísticos».
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