Estrasburgo da la razón a Italia por no registrar nacimientos por gestación subrogada

Desde hace tiempo, esas parejas plantearon una batalla para que Italia fuera condenada, debido a que no admite los certificados de nacimiento legalmente reconocidos en el extranjero para niños concebidos utilizando la gestación subrogada. «El deseo de las parejas de ver reconocido un vínculo entre los niños y sus futuros padres –escriben los jueces del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo– no ha chocado con una imposibilidad general y absoluta, ya que tenían a su disposición la opción de la adopción y no la utilizaron».

En contra de la medida italiana se mostró ayer mismo el portavoz de la Comisión Europea, Christian Wigand, quien recordó la posición de la Comisión sobre la patria potestad transfronteriza: «Cualquiera que sea padre en un Estado, igualmente debe ser padre en otros países de la UE, pero el derecho de familia es responsabilidad de los países miembros», reconoció el portavoz de la Comisión.

En Italia está suscitando un vivo debate el hecho de que no sea posible inscribir en las oficinas del Registro Civil los certificados de nacimiento de niños que nacieron en el extranjero con gestación subrogada. Se están dando muchos casos. Uno de los últimos días se ha producido en Padua (Véneto), donde la Fiscalía ha declarado ilegítimos los certificados de 33 niños nacidos, desde 2017 hasta ahora, de otras tantas parejas de homosexuales.

Si finalmente el Tribunal de Padua aceptara la solicitud de la Fiscalía, el nombre de las madres no biológicas, indicadas como «segundo progenitor», será borrado de las partidas de nacimiento y los apellidos de los hijos deberán ser cambiados. Las familias han protestado enérgicamente, con gran eco mediático. «Para los hijos puede ser un trauma cambiar también sus apellidos en una etapa delicada de desarrollo«, protestan las familias.

El pasado lunes llegaba al Parlamento italiano el proyecto de ley para hacer de la gestación subrogada un «delito universal». Esta medida, promovida por la coalición de derechas (Hermanos de Italia, Liga y Forza Italia), ha generado grandes protestas dentro y fuera del Parlamento.

La ponente del proyecto, Carolina Varchi, de Hermanos de Italia, explicó que el objetivo es «ampliar el castigo por una conducta» (la gestación subrogada), que ya es un delito en Italia.